Squid Game (El juego del calamar) || Karmaland Au

Capítulo 1: Luz verde, Luz roja.

Era el momento que todos en aquel lugar esperaban con ansias, hoy una nueva tanda de pobres desesperados vendrían y el squid game anual comenzaría. Las puertas del lugar se abrieron a la par que cientos de trabajadores dejaban los cuerpos inconscientes de los participantes en sus camas, ya vestidos con un chándal que tenía un número en este. El número que los identificaría durante estos juegos.

Más o menos 450 personas se encontraban allí, dormidas, apunto de levantarse para darse cuenta de una cruda realidad: El precio a pagar si perdías alguno de estos juegos era muy muy caro.

Tras unos minutos los participantes empezaron a despertarse, maravillándose ante la inmensidad de aquel lugar y la cantidad de gente que se había apuntado junto a ellos.

Un chico de ojos azules marino se acercó a su hermana menor, la cual seguía dormida, sentándose a su lado y comenzando a hablarla.

-Aro... Venga despierta, ya hemos llegado - dijo el de pelo negro, sacudiéndola levemente por lo hombros y observando cómo sus ojos se abrían poco a poco.

-¿Lely? Podrían habernos llevado hasta aquí sin dormirnos... Creo que me he dado un golpe en la cabeza...- se quejó la rubia, sujetándose la cabeza adolorida, volviendo a hablar tras ver la preocupada mirada de su hermano sobre ella- Estoy bien, no te preocupes, seguramente en un par de minutos estaré como nueva.

-Eso espero, porque como no sea así les voy a dar tal paliza que van a tener que estar hospitalizados durante días, no, ¡semanas!

-No seas exagerado - rió Aroyitt, sentándose y abrazando a su hermano, siendo correspondida de inmediato - Por cierto, ¿cuánto tiempo llevas despierto?

-Solo unos minutos.

En ese momento un chico de ojos azules y pelo castaño se les acercó, trayendo consigo una pequeña sonrisa.

-Hola, soy Luzu. Perdón si os molesto, pero, ¿sabéis cómo va a ir esto? Necesito volver pronto a casa si no me quiero perder la obra de teatro de mi hijo.

-Oh, eeeeh... Realmente no sabemos cómo funciona, lo siento - se disculpó el amante de Star Wars, a la misma vez que se levantaba y extendía su mano hacia el desconocido - Yo soy Alexby y esta chica de aquí es mi hermana Aroia, es un placer conocerte.

-Encantada- añadió la joven.

El mayor les sonrío de nuevo, tomando la mano que el contrario le ofrecía y estrechándola.

-Si quieres nos podemos ayudar entre nosotros- ofreció Aroia, viendo encantada como el chico frente a ella asentía.

De repente unas grandes puertas de abrieron, dándole pasó a aproximadamente 25 guardias. Estos llevaban unos trajes de color rosa y unas máscaras negras con distintas formas pintadas en estas que tapaban todo su rostro, además, a parte de esto, llevaban el gorro de sus trajes puesto sobre sus cabezas para que su pelo no fuera visto.

-Sigan a los guardias, el primer juego está por comenzar- dijo una voz, saliendo esta de unos altas voces que se encontraban camuflados en la habitación.

Todos los de la sala empezaron a caminar, sintiendo como sus nervios crecían a la par que los guardias avanzaban; pronto saldrían de aquí con mucho dinero y podrían arreglar sus vidas... Si tan solo supieran lo que les esperaba, muchos de ellos nunca hubieran venido a aquel lugar.

Aquel gran grupo de gente fue guiada hacia una gran sala, estando está llena de escaleras y caminos de distintos colores. Comenzaron a subir las escaleras todos en silencio, maravillados por la inmensidad de ese sitio.

Tras esto llegaron a un campo, viendo como una pared se postraba ante ellos, además de una muñeca de aspecto adorable.

-El primer juego será Luz verde, Luz roja. Pueden moverse mientras la muñeca esté de espaldas, pero no cuando esta se dé la vuelta. Recuerden que si la muñeca les ve moverse seréis eliminados y ya no podréis conseguir el premio. Mucha suerte concursantes- habló de nuevo aquella voz de los altavoces.