Capítulo 12: El juego de las canicas. Parte 2.

44 7 22
                                    

Lo último que escucharon antes de que se cerrara la puerta fue un disparo...

-No... No puede ser - susurró Auron, comenzando a correr hacia la puerta, gritando el nombre de su amigo, pero, desafortunadamente unos soldados lo agarraron rápidamente, alejándolo de la salida y obligándolo a volver al lado de Fargan- Lu-Luzu... Él está muerto.

-Todo va a estar bien, ¿ok?- aseguró el amante de los búhos, sabiendo que nada que dijera podía traer a la vida a su compañero de ojos azules.

-No, nada va a estar bien. Sin Luzu, ¿qué sentido tiene esto? Íbamos a salir todos juntos... Él no se merece ser el único en no salir de aquí. Joder, ¿qué va a pasar con su hijo?

-¿Tiene un hijo?

-Si, si tiene...

-Hostia puta -susurró Lolito, el cuál se encontraba al lado de estos, oyendo la conversación - Cuando salgamos de aquí, si es que lo hacemos, lo encontraremos y lo cuidaremos, lo prometo.

Todos los del grupo se miraron en silencio, cambiando su atención a los soldados tras un par de segundos.

-Hoy jugareis a las canicas. Cada uno de vosotros será dado 10 canicas. El primero que consiga las 10 de su compañero y que tenga aún las 10 suyas ganará. El que pierda será eliminado.

Quejas y súplicas se oyeron por todo el lugar, rogando que les dejaran escoger las parejas a ellos mismos; la mayoría tenía como pareja a amigos o familiares y no querían dañarse entre ellos.

-Las reglas son las reglas, no habrá ningún cambio. Si se niegan a jugar ambos miembros serán eliminados. Si ninguno de los jugadores gana a tiempo todas las canicas ambos serán descalificados. Pueden jugar a cualquier juego que decidan. Tendréis media hora para terminar vuestros juegos. Mucha suerte.

Las diferentes parejas de amigos, novios y hermanos de nuestro grupo principal se despidieron entre ellos, ya que lo había un 50% de posibilidades de que uno de ellos no volviera con vida.

Rápidamente fueron separados, quedándose cada pareja en su espacio asignado, todos en un silencio triste.

Alex miraba al joven que le había tocado de compañero con pesadumbre, ese chico no parecía tener más de 17 años y lloraba descontrolado, temiendo lo que sucedería en los próximos 30 minutos. Odiaba tener que hacerlo, pero teniendo a un compañero así... Tenía más posibilidades de sobrevivir si lo manipulaba para matarse a él mismo o a lo mejor... Tan solo engañarlo. Cualquier cosa sería suficiente en este cruel juego...

Fargan y Auron se quedaron en su sitio, mirándose entre ellos, tratando de ignorar el hecho de que uno de ellos asesinaría al contrario.

-Este lugar es muy bonito- habló el amante de los búhos, observando su alrededor.

-Lo es... Fargan, lo siento mucho, pero, sabes que voy a intentar ganar con todas mis fuerzas, ¿verdad?

-Y no te culparé por ello. Yo también debo hacerlo, además no es culpa de ninguno de nosotros. Es culpa de los que nos tienen aquí atrapados.

Tras esas palabras los dos jóvenes se volvieron a callar, tratando ambos de pensar en el juego de canicas que mejor les beneficiara.

-¿Y si hacemos un agujero en la arena y lanzamos cada una de nuestras canicas allí? El qué meta más gana- sugirió Fargan, recordando aquel juego que solía jugar con Willy cuando eran pequeños.

El de mecha amarilla se lo pensó por unos segundos, tratando de pensar si se le daría bien.

-Me parece bien- accedió finalmente el menor.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 18, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Squid Game (El juego del calamar) || Karmaland AuWhere stories live. Discover now