Capítulo 10: Luces Fuera

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Un par de horas habían pasado desde aquella preciosa y inesperada declaración de amor y ahora todos se encontraban planeando cosas para la pelea que sucedería aquella noche.

Por un lado los hermanos y los esposos estaban caminando por la habitación principal, en busca de cualquier cosa un pudiera ayudarlos a defenderse. Por el otro lado el resto preparaba estrategias en el caso de que estuvieran en lo correcto y el ataque se produciera aquella noche, haciendo turnos para quedarse despiertos y vigilar que nadie hiciera nada sospechoso.

-A ver... Yo creoh que aquí no hay nadah. No eh por ser pesimistah o algo pero seguroh que ya lo han lootea'o todoh - habló Mangel de repente, dejando de caminar, haciendo sus compañeros lo mismo.

-No seas tan negativo mi niña, seguro que encontramos algo ya verás.

-Mangel tiene razón, además los guardias no dejarían armas por ahí solo por que si- dijo Aroia, algo cansada, simplemente quería irse a dormir y dejar de pensar en el maldito ataque.

-Armas no, pero, alguna cosa útil si- comentó el de baja estatura, viendo como su hermana se sentaba en el suelo, tapándose la cara con las manos - Aroyitt, venga, levántate.

-No. Estoy harta de todo esto, estoy harta de tener que jugar unos putos juegos para salir de aquí con vida, ya no quiero seguir jugando, me niego. Si voy a morir quiero hacerlo bajo mis propios términos, no haciendo algo que no quiero hacer.

-No te rindas Aro, si lo haces estás haciendo lo que ellos desean. Solo tenemos que sobrevivir hasta que seamos mayoría y votar para salir de aquí- habló el de pelo largo, agachándose junto a su nueva amiga - Venga, ayúdanos unos 5 minutos más y si no encontramos nada te dejamos en paz, ¿vale? Se que estás cansada, yo también, pero tenemos que luchar.

La joven suspiró asintiendo en silencio y levantándose del suelo con ayuda del de bandana negra.

-5 minutos solo. Ni un minuto más.

Buscaron por cinco minutos más, pero, nada se utilidad apareció, por lo que todos, desanimados, se dirigieron al punto de encuentro.

-¿Habéis encontrado algo?- preguntó Vegetta.

-No. O el equipoh de Frank lo ha escondi'o todo para cuando seah la pelea o es que los creadoreh de este juego son muy cuidadosoh con estas cosas - contestó el de acento andaluz - ¿Habeih pensado ya en algún plan?

-Hemos determinado los turnos para vigilar - dijo Rubius, acercándose a su novio y poniéndose a su lado - Cada uno irá con la persona a la que ya conocía de antes y Auron con Luzu (a ver, los demás no saben que se conocen aún UwU).

Los recién llegados aceptaron, encantados de poder aprovechar aquella oportunidad para hablar con sus seres queridos. Después de aquellas palabras la mayoría se fue a descansar, mientras que Auron y Luzu se quedaban despiertos; tenían muchas cosas que contarse luego de su larga separación.

Los chicos se sentaron en sus respectivas camas, ya que están se encontraban prácticamente al lado, viéndose en silencio a los ojos, riendo al darse cuenta que se encontraban haciendo lo mismo que el contrario.

-Me alegro tanto de haberme reencontrado contigo Auroncito... Aunque sea en esta situación.

-Yo también mi niño, yo también - contestó el de mecha amarilla, levantándose y sentándose esta vez a su lado - Si salimos de aquí los dos no podemos perder el contacto de nuevo. Te he echado demasiado de menos como para no verte en 20 años otra vez.

-Tranquilo, te aseguro que si sobrevivimos, que yo me aseguraré que así sea, nos veremos todos los días, ¿vale? Como antes.

-Y... ¿Qué has hecho durante todos estos años? En todo este tiempo algo debes haber hecho para contarme.

Squid Game (El juego del calamar) || Karmaland AuWhere stories live. Discover now