Capítulo 2: "274 millones de euros en el bote".

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¿Y si fallaban?

Ellos también morirían...

Luzu, Alex, Aroia y Auron, el desconocido que se había acercado al de ojos azules tras el primer juego, se encontraban reunidos alrededor de la cama de la chica, intentando planear algún plan para salir de allí con vida.

Trataban de averiguar cuales serían sus próximos desafíos, estando a punto de hablar de nuevo la joven, pero, siendo interrumpida por la voz de alguien gritando:

-¡Lindura! ¡Ven aquí!

Todos los del grupo se giraron, además de algunos participantes más, viendo como un chico de ojos verdes y pelo negro fue el autor de aquellas palabras y que este los observaba, específicamente a Alexby.

El de ojos azul marino se levantó dudoso, avanzando lentamente hacia aquel joven.

De repente alguien se chocó con el de baja estatura, corriendo ese desconocido hacia el hombre que acababa de hablar, tirándolo al suelo y empezando a golpearlo en la cara.

-¡Maldito! ¡No vas a hacerle a ese niño lo que me hiciste a mi!- exclamó el extraño, aún golpeando el ya sangriento rostro del pelinegro.

Varias personas se acercaron a aquel extraño dúo, separándolos tras unos cuantos intentos fallidos.

El que había sido golpeado, al ver quien era el que le había dañado, sonrió con malicia, antes de decir:

-Vaya, vaya, vaya... Si el pequeño Willy esta aquí. ¿Qué? ¿Estabas celoso de que el niño ese fuera a llevarse a tu hombre?

El albino gritó con rabia, tratando de golpear de nuevo a Frank, pero, siendo retenido por los que lo sujetaban.

-Cálmate, ese hijo de puta no merece tu atención- habló un chico de ojos color miel que se encontraba al lado de Willy, asintiendo este con desgana ante aquellas palabras.

-Pero, bueno... ¿La putita tiene nuevo amo?- se burló el pelinegro, haciendo que Fargan gruñera con enfado, estando tentado de ir a golpear a aquel hombre él mismo.

-Más te vale cerrar la puta boca o te prometo por mi madre que te voy a matar de la forma más horrible que puedas imaginarte - dijo el amante de los búhos a la vez que lo señalaba, sintiendo como la rabia crecía cada vez más y más en su interior.

En este punto de la pelea ya todos los participantes de aquel concurso los miraban, algunos pensando en cómo parar esta locura, mientras que el resto cuchicheaba con los de que tenían al lado, tratando de averiguar cuál era el motivo de la pelea y, por lo tanto, el chisme.

En ese instante, un joven de exóticos ojos amatistas y pelo negro se acercó a los chicos que se peleaban, poniéndose entre medias y diciéndoles:

-¡Ya basta! ¡Da igual todo lo que hubierais hecho en el pasado! ¡Ahora lo importante es encontrar una manera de salir de aquí antes de que todos nos muramos!

-¡Eso!- gritó un joven de pelos teñidos de blanco, apoyando las palabras dichas por su novio, poniéndose junto a él.

Frank los miró con un toque de enfado, antes de levantarse e irse a su cama, mandándole un beso al albino y al de pelo castaño junto a este.

Vegetta, el de ojos morados, se giró rápidamente al oír la voz de su pareja, ojos abiertos como platos.

-Doblas... ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa.

-Lo mismo te podría decir a ti. ¿No se suponía que estabas en un viaje de negocios?

-Yo-Yo... No quería decirte, pero, tengo grandes deudas- explicó Samuel con lágrimas formándose en sus ojos, se odiaba a sí mismo por haber mentido a su novio, pero, tenía miedo de que si el contrario se enteraba de que era pobre Rubius cortaría con él.

-Yo también- contestó el teñido bajando la cabeza avergonzado.

-¿Tú? Si siempre me llevas a sitios elegantes y se nota que tu ropa es muy cara.

-Lo sé... Cuando empezamos a salir ya estaba endeudado, pero me pareciste una persona demasiado increíble para perderte... Así que pedí un par de préstamos más para darte todo lo que te mereces.

-Joder... Tenemos que salir de aquí. Mucha gente ha muerto ya, no quiero que seas el siguiente Rub.

Los dos chicos se abrazaron, lágrimas amenazando de salir de sus ojos, a la par que muchos lo miraban, disfrutando del drama como si ellos fueran dos personajes de una telenovela en vez de personas reales.

En ese momento 10 guardias entraron a la habitación, empezando los que se encontraban allí a sentir pánico, ¿era el momento del siguiente juego? ¡No querían morir!

-¡Dejadnos salir! ¡Por favor! - gritó un pelinaranja, tirándose al suelo y comenzando a suplicar por su vida, a lo que mucha gente hizo lo mismo, estaban desesperados.

-¡Os daré lo que queráis! ¡Pero por favor perdonadnos la vida!

-¡Si por favor!

-¡NO QUIERO MORIR POR FAVOR!

-¡Sentimos mucho lo que os hayamos hecho!

Uno de los guardias se rio, avanzando un par de pasos y sacando su subfusil, apuntando a los que allí se encontraban. Todos gritaron asustados, a lo que el guardia se rió con más ganas, guardando su arma antes de decir:

-Ya que estáis tan desesperados... Podríamos llegar a un acuerdo. Pero antes, dejad que os diga los resultados del primer juego.

Tras aquellas palabras, el guardia de máscara de cuadrado se dio la vuelta, extendiéndole otro guardia un mando. Este lo agarró, presionando uno de los dos botones rojos que este tenía.

Las luces se apagaron, dando paso a unas luces naranjas que apuntaron hacia una extraña pantalla que nadie había notado antes. En esta ponía el número de participantes que había al principio, indicando que había 456 participantes.

De un momento a otro el cartel cambió, indicando que ahora quedaban 182 personas, un mero 40% de las personas que había antes.

-Vamos a daros 1 millón de euros por cada persona fallecida y como han muerto 274 en el primer juego ahora hay 274 millones de euros en el bote.

Los jugadores que quedaban comenzaran a murmurar entre ellos, maravillados por la gran cantidad de dinero que podían ganar si ganaban otros 5 juegos más, de todas maneras, ¿qué tan difíciles pueden ser unos estúpidos juegos infantiles?

-Ahora, vamos a proceder a hacer una votación. Tened en cuenta que si os rendís y os vais, 1 millón de euros será dado a los familiares de cada fallecido y vosotros, en cambio, os quedareis con absolutamente nada.

Era el momento de la verdad. En pocos minutos nuestros protagonistas sabrían si saldrían de aquel retorcido juego...

O si morirían de forma cruel.

Squid Game (El juego del calamar) || Karmaland AuWhere stories live. Discover now