Parte 4

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Después de haber sentido la maravillosa sensación de estar en pañales en su máxima expresión. Quería probar todos los pañales, de todas las marcas posible, quería ver cuáles eran las diferencias, cuál era mejor o peor. Lástima que aún no pudiera hacerlo, quizá si no me hubieran protegido tanto, los hubiera probado todos uno por uno. Pero no era así, lo único con lo que me podía conformar, era probar todos los tipos de pañales que Alenka usaba.

Un par de días pasaron luego de los sucesos del anterior capítulo, regrese a la casa de Milenko, jugamos como cualquier día cotidiano, reímos, conversamos. Estaba esperando a que oscureciera para hacer de nuevo el plan e irme de su casa por las mismas.

Pero esta vez algo diferente ocurrió, Milenko de un salto se levantó del sofá donde jugábamos y salió corriendo, lo seguí hasta llegar a la puerta del baño de su habitación, que se encontraba cerrada. Toqué la puerta, y eso oye una voz diciendo: -Estoy en el baño, algo me hizo mal-.

Era Milenko y al parecer iba a estar ahí un buen rato, así que era mejor que pusiera mi plan en marcha. Me dirigí al cuarto de Alenka, pero primero tuve que asegurarme que nadie más, ni ella estuviera ahí. Pero allí estaba ella durmiendo en los brazos de Morfeo.

Entre de la manera más sigilosa y silenciosa posible, un movimiento en falso y dispararía la alarma humana que era ella, si la despertaba quizá comenzaría a llorar y vendría corriendo la nana o su madre, aunque la última no sabía si estaba en casa.

Fui a su baño y me encerré ahí, de la manera más sagaz, abrí de nuevo el cofre mágico, y me tomé la molestia de ver cada pañal que se encontraba allí, para coger alguno que no me había puesto, aunque solo había probado uno.

Solo había dos tipos, los Huggies Natural Care, que fueron lo que use con tanto gozo y gusto hace un par de días. Y los otros que solo con verlos los reconocí al instante, ya que cada vez que prendía la TV salía un comercial sobre estos pañales, estaban de moda. Eran los Huggies Pull Ups, aunque me extrañó que a una niña tan pequeña como Alenka, ya le estén enseñando a ir al baño, aunque sinceramente nunca supe cuál era su edad exactamente.

Abrí el cajón de abajo, donde se encontraban los paquetes de los pañales, luego de revisar, me saqué la duda, y si, si eran los Huggies Pull Ups, seguido leí el paquete de cabo a rabo, me llamaban la atención los laterales elastizados y las figuras que desaparecían al mojarse.

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(En la foto hay un paquete de Huggies Pull Ups de niña, no es el mismo paquete que yo usé, ya que no lo pude encontrar en internet, era 2007 tenía 8 años cuando esto ocurrió).

Como esos no los había usado, cogí uno, lo doblé, y salí del baño. Me fui a despedir de mi amigo que seguía atrapado en el baño, y me fui a casa.

Una vez en casa repetí el procedimiento de la vez anterior, me fui a mi baño, le puse candado y me desvestí, dejé el pañal ahí alado de mi lavabo. Lo agarré, alcé una pierna y la metí por el agujero correspondiente a ella, e hizo lo mismo con la otra. Lo subí suavemente y noté como este se iba deslizando sobre mi piel de las piernas, acariciándolas como una fresca brisa vespertina.

Mi infancia en pañales Donde viven las historias. Descúbrelo ahora