⋆⌘⋆ sanción injusta

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—¡No huyas, bueno para nada! —los gritos incesantes del alfa no paraban nunca, y obviamente las ganas de seguir corriendo para Zhan aumentaban palpablemente.

Luego de un par de crueles segundos, el pelinegro percibió no muy lejos de él, la gloriosa y gran puerta de su salón. Aquella que sería su salvación ante cualquier ataque que Yibo quisiera hacerle. Festejó internamente, por lo cual su llegada sería muy estruendosa pero muy significativa para él.

Cualquier cosa lejos del castaño era bien recibido.

Sin embargo, su proyección para el futuro cercano se vió interrumpida cuando el rector de disciplina y valores, se interpuso en la puerta, haciéndolo detener abruptamente.

—Joven Zhan. ¿Qué cree usted que hace? —rápidamente lo tomó de la muñeca, reforzando el agarre.

—B-buenos días, señor Huang.

El sonido potente de un silbato resonó junto a otro grito. —¡Oiga, Joven Wang. Diríjase hacia acá!

Para el omega ya no era novedad alguna que el rector supiera los nombres de todos los alumnos, al fin y al cabo ese era su trabajo: procurar por el orden y el cumplimiento de las normas que incumben a los estudiantes, ya sean nuevos o antiguos en la escuela.

Wang Yibo bufó desde la cierta distancia que tenía con los otros dos. —Ni de broma me acerco. —murmuró para sí mismo.

—¡Acérquese en este mismo instante! —volvió a gritar, enojado por la desobediencia del castaño.

—¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es todo esté escándalo? —cuestionó de repente el profesor Jianmin, cerrando la puerta detrás de él para observar a su alumno junto al rector.

—Buenos días, maestro Jian. Ciertamente lo que pasa aquí es alarmante, el joven Xiao ha estado atravesando el pasillo de manera indisciplinada junto al estudiante recién ingresado.

Jianmin mostró una mueca escéptica, no podía creer que uno de los mejores de su clase estuviera haciendo tremendo desorden.

—N-no es así, Wang Yibo estuvo siguiéndome, él q-quiso golpearme.

—¡¿Qué, cómo es posible?! —de inmediato Huang se alarmó, mirando nuevamente al alfa castaño. —¡Venga en este mismos instante, ahora! —gritó con aura demandante.

Yibo en cambio estaba por huir, de no ser porque la odiosa voz de su primo se coló por su mente.

«¿Quieres meterte en más problemas»

«¡Yibo, tus padres dijeron que si recibías una queja más por parte del director ya no volvían a matricularte en otro colegio! ¡¿No crees que ya es mucho?!»

Y quizás lo que más odiaba es que Yubin tenía malditamente la razón.

—¡Wang Yibo, es la tercera y última vez que lo llamo por voluntad propia!

El mencionado frunció el labio, lanzando una mirada de odio hacia el omega. Al parecer una enemistad se había creado.

—Buenos días. —habló con desinterés.

—Es usted muy inteligente al venir, joven Wang. —el rector soltó a Zhan para colocarlo cerca del alfa, ambos vigilados también por la mirada neutra del maestro Jianmin. —Porque me acabo de enterar que usted agredió a un alumno días antes y, ahora, anda violentando la tranquilidad del joven Xiao.

—¡¿Qué?! —exclamó enojado. Era claro que lo primero dicho si era cierto pero... ¿Violentar contra Zhan? ¡Eso no era cierto!

—Dos incidencias en menos de una semana, sumando una tercera si es que cuento sobre su reacia actitud a desobedecerme por sobre lo permitido en este colegio.

—Ajá, sí. —susurró, cruzándose de brazos para escuchar el posible sermón que le dirían comúnmente. Ahg, estaba tan aburrido de eso.

—Joven Wang, le pudo su atención a esto. No estamos jugando ninguna broma y tampoco soportaremos actitudes como la suya. —aclaró Jianmin. —Por lo que a mí respecta, debido al haber interrumpido mi clase y siendo exactamente mis alumnos a esta hora de la mañana, les dejaré un extenso trabajo de investigación y exposición que valdrá la mitad de su promedio en este bimestre.

—¿Qué? P-pero profesor... —Zhan intentó quejarse, él nunca había sido regañado y mandado a hacer tal tipo de actividades repentinas.

—Y según el libro de reglas y sanciones reescritas por el comité de disciplina, ambos alumnos: Wang y Xiao, quedan sancionados con ayudar al servicio de limpieza en este centro cuando la jornada estudiantil termine.

—¡Me deben estar jodiendo! —gruñó el castaño.

—¡Joven Wang! Le prohíbo que ande manipulando ese vocabulario soez en el colegio o me veré obligado a mandarlo a la oficina del director. Los espero a ambos en el horario de salida para hablar más sobre el tema. Cuidado con pasarse de listos y escapar, tengo registrado los números telefónicos de todos los padres de familia. —advirtió seriamente. —Bueno, profesor Jianmin, lo dejó encargado de ambos. Hasta luego.

—Wang, Xiao. —los llamó. —Al salón, ahora.

Los aludidos siguieron el paso del maestro, dándose leves empujones en el proceso.

—El trabajo que mencioné allá afuera —habló pausadamente ni bien tomó asiento, cerciorándose de que los demás estudiantes siguieran con la lectura. —, lo harán juntos.

—¡¿Qué?! —chillaron al unísono.

—No, no, no. Profesor Jianmin, no me haga esto, no puedo cumplirlo, pero yo solo, por favor; por favor. —empezó a rogar el omega, con las palmas juntas y la mirada arrepentida. —Nunca volveré a causar molestías, pero por favor, déjeme hacer mi trabajo de manera individual.

Yibo rodó los ojos. No pensaba hacer ninguna mierda.

—No hay objeciones, lo harán juntos y ya. El comportamiento de ambos deteriora la disciplina estudiantil como todos los jóvenes que se atreve a hacerlo. Joven Xiao, usted sabe cómo manejo a los alumnos y cuáles son sus sanciones. —lo observó fijamente, dejándole en claro que era la autoridad máxima en esas cuatro paredes. —Así qué todo reclamos es en vano, les daré un tema y ustedes me lo presentarán en tres semanas.

Xiao Zhan hizo un -casi- imperceptible puchero. ¿Cómo se supone que haría ese proyecto con Wang?

𝐁𝐀𝐃 𝐁𝐎𝐘 ₪ YiZhan [PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora