𝐁𝐀𝐃 𝐁𝐎𝐘 ₪ YiZhan [PAUSA]

⋆⌘⋆ dudas y verdades

—Yubin. —murmuró el omega, sintiendo como rápidamente Yibo se alejaba de él.

—Hola, Zhan-Ge. —contestó con incertidumbre.

El castaño se acercó hasta Yubin, obstruyendo su vista que se dirigía bobamente al omega.

—Estuve buscándote, Yibo. —intentó mirarlo a él. —Creí que me habías dejado.

—Ah, mierda no. —chasqueó la lengua. —Solo olvidé decirte que tengo una estúpida sanción que cumplir al final de la clase por algunas semanas. Lamento eso.

—Oh, entonces... ¿Me quedo a esperarte?

—No, no es necesario. Ve avanzando que yo tardaré un poco.

—¿Seguro? —miró de reojo al omega que seguía quieto a unos metros de distancia. —Yo puedo ayudar a-

—Dije que no, Yubin. —interrumpió ahora con más fastidio. Haciendo que el mencionado optara por solo asentir.

—Uhm, está bien. Nos vemos en casa. —ladeó su cabeza para mirar al pelinegro. —¡Adiós Zhan-Ge! —el aludido solo sonrió, agitando una de sus manos.

—Sí, adiós. —contestó Yibo de mala gana y lo tomó por los hombros hasta salir fuera del pasillo.

Al estar frente a frente, el alfa menor lo miró por última vez con algo de recelo, y es que la situación en la que lo encontró con el omega que le gustaba había sido demasiado extraña. ¿Qué hacia su primo tan cerca de Zhan?

—Nos vemos luego, ve con cuidado a casa.

El castaño solamente asintió, volviendo de nueva cuenta al salón sin mirar atrás por última vez. Al entrar, vio que el omega seguía limpiando, por lo cual soltó un bufido medianamente sonoro y llamando su atención.

—Bien, haré el estúpido trabajo. —está vez ya no se acercó pero su mirada era fija y seria. —Pero mientras más rápido terminemos, más tiempo tendré para no mirar tu cara. Así que hazme el Favor.

—El agradecido seré yo, si colaboras sin rechistar será mejor para ambos. —se cruzó de brazos. —¿Estás de acuerdo?

Yibo resopló, terminando por asentir pesadamente.

—¡Ah, al fin! ¡Creí que tendría que hacerle una ofrenda a los Dioses! —se expresó exageradamente, escuchando un leve gruñido por parte del alfa. —Ya, ok niño, cálmate. Mañana empezamos.

Yibo rodó los ojos con hastío y luego tomó la escoba, empezando a barrer rápidamente. Mientras él le daba la espalda, Zhan sonreía victorioso.

Al castaño no le importaba dejar solo al omega, él solo terminaría con su parte del aseo y se largaría a su aburrida casa por la cena familiar.

Yubin se encontraba resolviendo algunos ejercicios de trigonometría en la habitación de su primo. Habían pasado casi dos horas y este no volvía a casa. ¿Sería por acompañar a Zhan?

—No, basta. —murmuró mientras agitaba su cabeza, algunos pensamientos lo aturdían después de lo que había visto frente a él en el vacío aula.

Guardó todas sus cosas y se lanzó a la gran cama, quitándose los lentes y soltando un suspiro. No pasó mucho para cuándo la puerta se abrió bruscamente y una mochila fue aventada a su lado.

Yibo tenía una lata de cerveza en su mano derecha mientras que con la otra sacudía su cabello. El menor se sentó intentando analizarlo con la mirada. Si bien el castaño tomaba y degustaba de la bebidas alcohólicas, él mi hacía frecuentemente sin importar las circunstancias cuando estaba especialmente estresado o enojado.

—¿Todo bien?

—No, nada está ni una mierda de bien. —resopló, dándole un largo trago a la cerveza.

—A mí tía no le gusta que bebas eso.

—Y a mí no me importa.

—¿Qué pasa? Siempre estás de mal humor pero hoy sobrepasas el límite.

—Nada, déjame.

—¿Es sobre Zhan?

—¿Qué? —hizo una mueca de desagrado.

—Tiene que ver con él, ¿Cierto?

—Algo así.

—Hoy estuvieron demasiado...

—Lo que viste no es nada de lo que piensas, estábamos discutiendo por el estúpido trabajo que nos tocó hacer juntos.

—¿Nada más?

—¿Crees que estaría detrás de alguien como él? —frunció el ceño. —Por supuesto que no, ni en él, ni en nadie. No me importan esas cursilerías.

—Yo, yo pensé que él te gustaba.

—No, joder, no lo soporto.

Yubin soltó un suspiro, veía la sinceridad en su primo así que no tenía porqué preocuparse. Nada iba a pasar entre ellos dos. ¿Verdad?

—Entonces... ¿Solo están juntos por un castigo?

—Pues sí, ni siquiera sé cómo, pero terminé barriendo aulas y mañana tendré que verle la cara al omega para hacer el trabajo de investigación.

—Yo puedo hacerlo por ti. —sugirió medio dudoso.

—¿Qué? ¿En serio lo harías?

El azabache asintió, sería capaz de todo por pasar más tiempo con el bonito pelinegro.

—Ahg, créeme que aceptaría tu propuesta pero no, quiero mostrarle a Zhan que soy capaz de hacer ese trabajo. Además, si no lo hago, es capaz de fastidiarme la existencia. Y siendo como soy, no podría controlar mi fuerza.

—Uh, entiendo. De alguna forma estaré para ayudar, solo conserva algo de paciencia. ¿Si?

—Lo intentaré. No quiero ni saber que es lo último que harían mis padres si se enteran que tengo sanciones y menos que pude dizque lastimar a un omega.

—De seguro te manda con los abuelos a Japón.

—No lo menciones, me tendrían controlado hasta para ir al estúpido baño.

—Entonces es mejor que empieces con tu proyecto.

—Sí, así será.

—Y Yibo, perdón por ser insistente pero ¿No estás ni un poco interesado en Zhan?

—Yubin, basta. —lanzó la vacía lata hacia el tacho de basura. —Ya te lo dije, no tengo nada que ver con ese omega.

Yubin relamió sus labios y bajó la mirada a sus manos. El silencio se instaló en la habitación por un par de segundos y Yibo ya estaba a empezando a afirmar ciertas suposiciones.

—Pero a ti sí. ¿Verdad?

—¿Ah?

—A ti si te gusta Zhan. —respondió con seguridad, mirando al menor y como este se contraía con cierta pena.

—Yo, l-la verdad es que, uh...

El mayor rió brevemente. —Ya, no digas nada. Era obvio y no te preocupes, ese omega no estaría en mi lista nunca.

Yubin se sintió mejor y entonces le sonrió levemente, ambos escuchando el llamado de sus madres para que bajaran a cenar de una buena vez.