⋆⌘⋆ valor y sentimientos

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MARATÓN 1/3

Zhan estaba ligeramente preocupado porque no pudo comunicarse con Yibo todo el domingo debido a las actividades que su mamá había inventado por la familia Huang.

Ahora mismo se encontraba entre el pasillo, aún era temprano y los alumnos llegaban de a poco. Esperaba poder ver al alfa, o sino iría a visitarlo ni bien tocara la campana de salida.

Zhou Cheng estaba más entretenido con Hai Kuan y Fan Xing ya estaba en su salón porque tenía exposición a la primera hora.

Sí, se encontraba solo. A la espera del castaño.

─ ¿Sientes eso? ─ logró escuchar a unos metros de él, justamente en donde se ubicaba un grupo de cuatro omegas.

— ¡Ah, sí! Ese aroma es delicioso, ¿De qué alfa vendrá?

─ Ni idea, pero en cuanto lo sepa estará apartado. ── confirmó la otra con una gran sonrisa.

Zhan frunció el ceño instintivamente, porque el denso y amargo aroma a café también empezó a colarse por sus fosas nasales. Haciéndole saber a quién le pertenecía.

Oh no, ellas estaban verdaderamente equivocadas si creían que tenían la más miseria oportunidad de acercarse a su alfa con esas intenciones.

Alzando la vista, se topó con la neutra mirada de Yibo que cambió a una más suave al reconocerlo. El castaño le regaló media sonrisa, moría por estrecharlo en sus brazos. Pero aún recordaba que Zhan no se sentía listo para ser más demostrativo en público.

Sin embargo, no se esperaba que el pelinegro se encaminara hacia él, luciendo tan precioso y adorable como siempre.

— ¡Yibo! — dijo con cierta emoción suave en su voz, enrollando sus brazos en el cuello del más alto y dejándole un besito en la nariz. — Estuve muy ansioso esperándote.

El aludido arqueó levemente una ceja sintiéndose algo confundido, pero jamás iba a quejarse. De cierta forma, le gustaba la idea de que todos se enteraran que Zhan ya tenía futuro alfa.

Ajeno a qué esa también era una de las razones del peligro para con las omegas que querían acecharlo.

Tal para cual.

Yibo posó sus manos en la cinturita, dejando que el omega acariciara ahora sus mejillas con tranquilidad. Zhan apreciaba lo atractivo que era el castaño, ahora comprendía muy bien por qué querían quitárselo.

Su lobo gruñó disconforme.

─ Te quiero. ─ le murmuró muy de cerca, lo suficiente para que sus respiraciones se mezclaran.

— Yo más, bonito. — y sin más, acortó lo poco para besarlo. También lo había echado de menos y se lo hacía saber en el contacto de los labios contra labios.

Terminando el casto ósculo con un débil chasquido, Zhan se sujetó del fornido brazo para seguir el corto camino a su respectiva aula.

Sonrió victorioso cuando todos parecieron observarlos y murmurar de inmediato. Notar a varios omegas decepcionados y atónitos era como obtener de esas calcomanías de estrellitas en el kínder por haber hecho un gran trabajo.

Vaya que sí lo hizo.

─ Estás muy sonriente, me dejaste sorprendido afuera. ─ habló el alfa luego de aventar su mochila en la silla.

Zhan cerró sus ojitos mientras escondía su rostro en el cuello adverso, chocando con éxito en la glándula de aroma que liberaba más aroma de lo normal.

─ Es porque te volví a ver, tonto. ─ dijo suave, recostándose en el pecho de Yibo cuando este se sentó en la carpeta. ─ ¿Tu celo aún no acaba?

𝐁𝐀𝐃 𝐁𝐎𝐘 ₪ YiZhan [PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora