Capítulo 1

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-. Camila, Hey! Camila

Esa voz, dios esa maldita voz

Camila POV:

Me levante sobresaltada sintiendo como mi mesa de noche comenzaba a vibrar, de manera rápida di un golpe en la parte superior del despertador haciendo que parara con el vibrato que producía para facilitarme el hecho de despertarme, llevaba 5 años con la misma rutina desde que llegue a Londres era lo mismo, levantarme a las 7 de la mañana para tomar un baño de agua fría de 5 minutos para después cambiarme con mi uniforme habitual de chef, bajar los 10 pisos del edificio en donde estaba mi departamento para que contara como el ejercicio de la mañana y me subía a mi auto que me llevaría a mi restaurante en el cual no salía de la cocina durante 8 horas finalizando mi día, con una yo cansada llegando a mi hogar y tirándome a la cama, siempre era así, sin cambios ni modificaciones en una vida en la cual no existía el sonido.

Podría decir que el hecho de la sordera total hizo que la mayoría de mis metas y sueños se redujeran a una rutina, tuve suerte de que me entregaran las estrellas de mis restaurantes antes de perder la audición ya que a raíz de eso ya no daba entrevistas ni conferencias ni mucho menos estaba dispuesta a pasar por otro examen de cocina si ni siquiera podría escuchar las críticas que me dirían los jueces y aunque tenía en proceso el nuevo restaurante ese no pensaba manejarlo yo si no que dejaría cargo a mi mano derecha para que ella se encargara del proceso con los críticos.

Si se preguntan cómo fue que sucedió pues podría resumirlo en una calentura de un grado superior con un salpullido en todo mi cuerpo y la mala suerte de ser de ese 30% al que la bacteria se muda del cerebro a la parte más importante de la audición haciendo que esta se viera afectada, todo por una simple bacteria, afortunadamente no toda la parte de mi sordera es mala ya que mis otros sentidos se hicieron más fuertes haciendo que mi sentido del gusto y olor me sirviera más al momento de ejercer mi trabajo.

Después de darles el enorme contexto de mi vida que ni siquiera tienen porque saber, era momento de salir a comenzar con mí día a día.

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Llegando al restaurante lo primero que mis 4 sentidos restantes captaron fueron los olores habían ciertos tonos de canela junto con especies mezcladas lo cual me hizo deducir que la preparación del desayuno ya estaba en marcha pero cuando mire mi reloj viendo que eran 8:30 por un retraso que el trafico me había provocado me di cuenta que el platillo ya debería de estar servido.

-. 8:30, Estos inútiles aun no sacan el desayuno? - Le mencione a Dinah con cierta frustración que se me notaba cuando movía mis manos, el ser impuntual era lo mío y al parecer el día de hoy eso no se estaba viendo reflejado.

-. No es tan tarde, no exageres - Hice una mueca cruzando mis brazos, mi mejor amiga sabia la manera perfecta de cómo hablarme y era la única en mi entorno de trabajo que sabía comunicarse con señas lo cual le tomo varios años aprender pero siempre había estado agradecida que se tomara el tiempo para hacerlo, aunque yo había aprendido a leer los labios no era lo mismo que hablar con mi "lenguaje"- Encárgate de dar la última probada y ponte a emplatar con los novatos, deja la amargura a un lado y a trabajar, buenos días.

Y me dejo ahí, parada en medio de la cocina negando confundida, Dinah parecía mi jefa la mayoría del tiempo y eso llegaba a molestarme pero a ella no le importaba porque seguía comportándose de la misma manera.

-. 10 minutos, todo servido en 10 – Era una persona sorda pero no muda, podía hablar de manera fluida pero preferirla no hacerlo por todas las inseguridades que el estar sin audición me habían provocado, suspire colocándome ese típico gorro para la cocina y camine por los pasillos probando cada uno de los jarabes y vinagretas que me habían ofrecido, hoy se presentaría algo sencillo, omelet de champiñones con queso y la salsa del restaurante y un arroz con leche que era receta de mi madre la cual me iba a matar si no lo incluía al menú.

Feelings - CamrenWhere stories live. Discover now