Capítulo 16

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Lauren POV:

Creo que en ningún momento me gusto como se miraba el traje de chef en alguien, no sé, me parecía algo bastante estorboso para hacer un trabajo tan complicado y ese gorro enorme no me parecía necesario, con una cofia era más que necesario porque ese gorro parecía que guardaba un ratón con poderes de cocina o algo similar.

Y aunque tenía miles de pensamientos negativos sobre ese traje, cuando Camila se puso frente de mi vestida de esa manera no pude evitar pensar que en ella se miraba perfecto, le daba un toque de adorable y aparte lo portaba con mucho orgullo.

Era de color blanco y su nombre aparecía en la esquina de un tamaño pequeño que solo notabas si te acercabas a verla de cerca "Camila Cabello", hasta este momento logre darme cuenta que el nombre del restaurante estaba inspirando en su apellido y al principio me pareció extraño ese peculiar nombre para lugar de alta categoría pero en este momento solo lo miraba que este restaurante es de la chica extraña la cual llevaba a su hija a mis consultas.

Ni siquiera recuerdo lo que le dije, solo que se deje claro que la comida estuvo más que perfecta pero es que desde que la mire con su traje pensé en abrazarla y ahora que me encontraba sobre sus brazos no me arrepentía de hacerlo porque Camila luego de algunos segundos correspondió el abrazo, fue extraño, desde que mi memoria estuvo activa tengo recuerdos de una mini yo quejándose por los abrazos de mis padres o de cualquier persona, los de David en algún punto fueron disfrutables pero eso solo duraba poco tiempo ya que empezaba a sentir que mi espacio se encontraba invadido y con Oscar, bueno, a él siempre lo tenía abrazado como un método de protección.

Los brazos de Camila son tan cómodos que cuando tuve que separarme por el carraspeo de alguien a mi espalda, extrañe esa comodidad.

Vi en sus ojos como se le confundía mi gesto anterior y es que viéndolo de otra manera si fue algo raro, muy apenas la conocía y de las pocas veces que la mire ella demostraba algún raro desinterés y es que Camila es alguien extremadamente extraño o misterioso, sabía que debía de ganarme su confianza pero dudaba que fuera abrazándola de la nada sin pedir algún permiso, iba a pedir disculpas por lo recién hecho pero eso no quería decir que me arrepentía de hacerlo, aunque al final no fue necesario porque su ojo izquierdo dio un guiño y su sonrisa me dijo que no debía de hacerlo.

-. Jure que el dueño era hombre.

Camila negó como respuesta y señalo su nombre bordado en su filipina.

-. Soy la pediatra de su hija, lleva comida como pago extra y una vez fui a su casa a desayunar, no me sorprende que ella sea la dueña.

Dan en lugar de verse sorprendido se miraba algo molesto por la información que le di o tal vez molesto por ver que Camila era la dueña y no un hombre.

-. A la comida le falta sabor, hay algunas cosas con demasiado condimento y me parece un precio elevado para que este platillo no tenga postre.

Eso que dijo el chico tenía un nombre y se llamaba "Masculinidad frágil", solo reí y negué para que Camila se diera cuenta que yo no pensaba lo mismo que ella.

-. Antes de que llegaras dijo que le había encantado y era lo mejor de esta ciudad, lo que está diciendo solo es porque se dio cuenta de que el chef de este lugar es una mujer.

Dan comenzó a dar explicaciones que ni Camila ni yo nos esforzamos en escuchar o bueno, ella solo me miraba con una sonrisa divertida con algo de burla, fueron unos segundos mirándome hasta que se cansó de todo lo que el tipo dijo que hizo una señal de que la esperábamos un poco y se fue.

-. Hasta es mal agradecida, ni siquiera dice algo.

-. Dan, sobre la apuesta, no quiero volver a salir con alguien machista que no soporta que una mujer tenga éxito.

Feelings - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora