Labios

955 96 12
                                    

                           17
07/09/2005

Las vacaciones de verano habían terminado, y las clases habían comenzado.
Estaban ahora en el último año de la escuela media pero aquello no era un pretexto para no poder seguir disfrutando de su adolescencia. Claro estaba que ahora debían estar más concentrados en sus estudios pues en pocos meses realizarían su examen de admisión a la Universidad pero ¿y qué? no era culpa de ellos que inauguraran un parque de diversiones y que ellos quisieran ir a ver que tal estaba.

Y así fue, aquel siete de septiembre después de clases Baji y ___ se encontraban en la entrada de aquel parque de diversiones comprando tickets para subir a un sin fin de juegos.

-Vamos Kei, ¿cómo te va a dar miedo la casita del terror?- dijo la pelinegra jalando de su mano para entrar a la atracción.

-Ya te dije que no, no me gusta ___, mejor vamos a la montaña rusa- contestó aquel pelinegro un poco asustado.

-Quién lo diría, Baji Keisuke asustado por simples personas disfrazadas.

-Tsk, pues fijate que sí y no me avergüenzo.

-Baji Keisuke capitán de la primera división de la temible Tokyo Manji asustado, esto es nuevo.

-¡Yah! vamos, te demostraré que no tengo nada de miedo, fea. - contradiciendose, Baji ahora era quien jalaba de la mano de la contraria para entrar a la casa de terror.

No estaba seguro de hacerlo, desde pequeño aquel pelinegro siempre evitó las películas de miedo que la pequeña Mitsuya quería ver, poniendo de pretexto que tenía que juntarse con Mikey para entrenar o que quizá algún gato ya había hecho desastre en su cuarto. Pero ahora Baji ya era un hombre de casi diesiciete años y tenía que ser o hacerse en este caso, el fuerte para su chica.

No terminaron el recorrido.

-Woaah, pero Baji- la pelinegra reía en alto- Cómo es posible que hayas confundido a aquella anciana con una momia viviente.

-Cállate Mitsuya ___, es culpa tuya, tú comenzaste a gritar como loca y creí que aquello que te había asustado era la anciana y no tú estúpido reflejo- contestó Baji aún avergonzado por haber golpeado un poquito fuerte a aquella ancianita que desafortunadamente se había topado a la pareja en momentos difíciles.

-Aún así, lo bueno es que le tiraste la placa dental y no dientes reales- decía entre risas la chica tratando de calmarse.

-Vamos a la montaña rusa antes de que cierren el paso ___.

-No trates de cambiar el tema Baji.
 
 
Una vez formados en la fila para la atracción a la que Baji quería subir esperaron alrededor de veinte minutos, había una larga, pero muy larga fila frente a ellos y justo cuando se acercaban al frente...

-El tiempo de uso se terminó, regresen en una hora para poder subir de nuevo- dijo por un megáfono el que al parecer era encargado del mantenimiento del juego.
Ambos pelinegros se miraron mutuamente. ___ comenzó a ver como los ojos marrones del chico empezaban a aguardarse, Baji estaba triste de no poder subirse con la chica a aquella maravilla y un tanto enojado porque había gastado veinte minutos esperando, que para él fue casi una eternidad.

-Baji... vamos al carrusel ¿sí? pero no te pongas así -dijo la pelinegra tomando con ambas manos las mejillas del contrario haciendo que se formará un pequeño puchero. - No te pongas triste por un juego, vamos al carrusel.

El pelinegro no pudo negar que le ponía un tantito (muy) triste que no pudieran subir a la montaña rusa, pero que más da su chica intentaba animarle llevándolo al carrusel por lo que limpió las pequeñas lágrimas que amenazaban en salir.

𝐈𝐃𝐖𝐋𝐘𝐆 | 𝐾𝑒𝑖𝑠𝑢𝑘𝑒 𝐵𝑎𝑗𝑖  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora