𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 ❶

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—Vamos [T/N]—. Senju la tomaba suavemente de la mano, caminando juntas por el centro comercial.

Ambas tenían una gran sonrisa en sus labios y unos poco metros más atrás... Estaban los burros de carga, teniendo que llevar todas las bolsas con la ropa y objetos que habían comprado con la tarjeta del hermano mayor de Senju, Takeomi, quien aún no sabía que la muchacha estaba usando su tarjeta.

Todos se veían sumamente hastiados mientras las féminas se divertían alegremente, eran tal para cual.

Draken observó a su hermana, con esa sonrisa que hace años no veía, sintiéndose aliviado al ver que Senju la animaba como una buena amiga. De hecho, desde que se conocieron no dejaron de estar juntas, principalmente por la insistencia de la de cabellos blancos. Ninguna había tenido una amiga de verdad, por lo que cuando conocieron a la otra se sintieron inmensamente felices, congeniando bastante rápido.

—¡Ahora vamos a esa tienda!—. Señaló a una con ropa bastante linda y elegante. No se lo pensaron ni dos veces y entre risas entraron, seguidas por sus esclavos... Digo... Amigos y hermanos que amigablemente las cargaban las bolsas.

—Nosotros mejor os esperamos afuera—. Habló Takeomi mientras las chicas se giraron a verle.

—Adelante, sigamos a lo nuestro—. Senju arrastró a su amiga al interior de aquella tienda mientras los muchachos fueron a unos bancos para esperarlas, seguramente estarían ahí metidas unos cuantos minutos.

Nada más sentarse dejaron las bolsas en el suelo para poder descansar las manos.

—Sigo sin entender cómo tienen tanta energía—. Habló Keizo soltando un suspiro.

—Cosas de mujeres, supongo—. Murmuró Wakasa.

—Ey, Draken—. Llamó Takeomi al rubio y este se giró para verle. —Parece que tu hermana va mejorando.

—Sí—. Miró a la tienda, observando a su hermana mayor desde lejos. —Ha mejorado bastante.

—¿Bastante?—. Keizo se metió en la conversación. —Ha pegado un cambio brutal si la comparamos a hace unos meses.

—Hm—. Asintió Wakasa, metiéndose un Chupa-Chups a la boca.

—Vale, ha mejorado mucho—. Frunció levemente el ceño. —Pero me da miedo que vuelva a caer—. Apretó sus puños.

—No deberías preocuparte por eso—. Takeomi le dió unas palmaditas en la espalda. —Centrate en el presente, mira lo feliz que es ahora.

—Ey, Takeomi, ¿qué crees que deberíamos hacer con Rokuhara?—. Preguntó Keizo al hombre y este miró hacia el frente, pensativo.

—No podemos dejar que sigan masacrando a nuestros hombres...—. Se echó hacia delante, apoyando sus codos en sus rodillas.

—¿Rokuhara?—. Preguntó el rubio del dragón.

—Rokuhara Tandai, otra pandilla que quiere hacerse con el control de Japón—. Explicó Wakasa. —Sus capitanes y líder son jodidamente fuertes.

—Creo que llegaste a conocer a los capitanes... Ya que estuviste en la pelea de Kanto, ¿no es así?—. Preguntó Takeomi, mirando de reojo al rubio, quien asintió en completo silencio.

—La verdadera pregunta es... ¿Quién no los conoce? Desde hace un tiempo hay muchos rumores sobre ellos—. Habló el de tez morena.

—¿Kakucho es uno de los líderes?—. Preguntó el más joven y los demás hicieron un sonido de afirmación.

—Todos los que eran capitanes de Tenjiku se volvieron los de Rokuhara.

—¿Incluso Mucho?—. Miró a los mayores con el ceño fruncido.

𝓛𝓪 𝓑𝓮𝓵𝓵𝓪 𝔂 𝓵𝓪 𝓑𝓮𝓼𝓽𝓲𝓪 | 𝑺𝒐𝒖𝒕𝒉 𝑻𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐Where stories live. Discover now