𝓛𝓪 𝓑𝓮𝓵𝓵𝓪 𝔂 𝓵𝓪 𝓑𝓮𝓼𝓽𝓲𝓪 | 𝑺𝒐𝒖𝒕𝒉 𝑻𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 ❹

Estaba tranquila observando su móvil.

Iba volviendo a casa y las calles estaban un tanto desoladas. Hacía tan solo unos minutos que se acababa de despedir de Senju y realmente se sentía sola.

Caminó en un principio hacia su hogar pero decidió parar en seco unos momentos mientras guardaba su teléfono.

¿Acaso ella era realmente importante?

No, no era momento para pensar en ello.

Si tardaba mucho tiempo su hermanito menor se estresaría.

Si ella no hubiera hecho aquello seguramente él no estaría tan preocupado.

Todo era su culpa.

Caminó, cambiando de dirección hacia un parque cercano a su hogar. Por suerte al ser de noche no habría nadie y podría estar tranquila.

Sus pasos eran un tanto lentos mientras que la sutil brisa fría de aquel día golpeaba suavemente su rostro.

Nada más llegar ahí se sentó en el césped.

Tenía razón, no había ni un alma en aquel lugar.

Levantó su mirada hacia el cielo, observando las estrellas tan hermosas que adornaban la oscuridad, junto con aquella luna que la daba luz.

Era un ambiente frío y nostálgico a la vez.

—Shinichiro...—. Suspiró. —Estarías tan decepcionado de mí...—. Agachó la mirada, posicionándose en posición fetal y ocultando su rostro con sus brazos.

Recordar a ese hombre la dolía. Mucho.

Ese hombre...

No, no era momento de recordarlo, ¿verdad? Así solo se pondría peor.

Debía ser fuerte por su hermano menor, por sus amigos... Sí, debía seguir ocultando lo que sentía en lo más profundo de su ser y seguir enseñando esa sonrisa tan dulce para calmar a los demás.

Cerró los ojos, escuchando los suaves murmullos del viento. Dejando así pasar el tiempo.

Ojalá pudiera disfrutar de esta calma más a menudo, normalmente siempre estaba rodeada de un ambiente ruidoso, y eso era horrible al tener oídos agudos, pero ahora se sentía con tanta paz... Ojalá él estuviera con ella otra vez.

—Oye—. Escuchó una voz grave que supo identificar al momento. No levantó la cabeza.

—¿Pasa algo, South?

—Tu hermano está como un loco llamándote—. Ahí fue cuando levantó la cabeza.

Pero si solo había cerrado los ojos un momento... Observó su móvil, quedando sorprendida al ver 6 llamadas perdidas.

—Pero...

—Al final me ha llamado a mí—. Suspiró y se agachó para quedar más o menos a la misma altura. —Le dije que estabas conmigo.

—¿Cómo sabías que estaba aquí?—. Preguntó confusa.

—Acabo de salir de una reunión—. Señaló su uniforme de Rokuhara Tandai. —Estaba volviendo con la moto hasta que vi un bultito—. Apoyó suavemente una de sus grandes manos en la cabeza de la chica. —Me ha costado un poco reconocerte, enana.

Ella tardó unos segundos pero le sonrió con cierta ternura.

—Gracias South—. Él la miró en silencio, observando directamente sus ojos, analizándola, como si intentara saber lo que pensaba. —¿South?

—Intentas engañar a todos, ¿no es así?—. Le miró con sorpresa. —Finges que todo está bien cuando estás jodida por dentro. Crees que con una sonrisa puedes ocultarle al resto lo que sientes y ellos se lo tragan.