𝓛𝓪 𝓑𝓮𝓵𝓵𝓪 𝔂 𝓵𝓪 𝓑𝓮𝓼𝓽𝓲𝓪 | 𝑺𝒐𝒖𝒕𝒉 𝑻𝒆𝒓𝒂𝒏𝒐

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 ❼

—¿No creéis que el líder está más “feliz” de lo normal?—. Preguntó el mayor de los hermanos Haitani a sus compañeros.

Los cinco subordinados de South estaban reunidos en una cafetería, pues acababan de salir de la reunión y ellos decidieron ir a tomar algo. La verdad es que la reunión fue demasiado corta, solo hablaron de los pocos conflictos que tenían con los de Brahman y aquella nueva pandilla que les estaba causando algunos problemas.

—La verdad es que sí, lleva unos días en los que no ha golpeado a nadie—. Opinó Mochizuki.

—Quizá se estará follando a alguien, ¿no?—. Shion se encogió de hombros.

—¿Cómo cojones te las arreglas para pensar siempre con la polla?—. Rindō le miró frunciendo el ceño.

—Ey, ¿me vais a decir que nunca habéis pensado con la cabeza de abajo?—. El rubio intento defenderse.

—Tío... Mejor callate—. Pidió el azabache.

—Volviendo al tema en cuestión, creo que el líder se ve con alguien—. Ran desveló sus sospechas.

—¿Veis? Se folla a alguien—. Shion sonrió con orgullo pero solo recibió una colleja. —¡Auch!

—Cierra la boca, anda.

—¿Y a quién crees que ve?—. Kakucho alzó una ceja.

—Creo que a [T/N] Ryugūji, la hermana menor de Draken. He escuchado de algunos miembros que han visto al líder hablar con ella—. Mochizuki, cuando escuchó decir esto al de trenzas, se mordió ligeramente la mejilla por dentro.

—Hermano... [T/N] es la mayor—. Corrigió Rindō.

—¿La mayor?—. Alzó ambas cejas de sorpresa. —Pero es bajita y tiene una cara muy dulce.

—Aunque no lo parezca ella es la mayor.

—Se me había olvidado por completo que Draken tenía una hermana—. Kakucho se cruzó de brazos.

—Normal, he escuchado que Draken la tiene siempre en casa, entre algodones—. Shion habló.

—¿Por qué?—. Ran ladeó la cabeza. —Entiendo que quiera proteger a su hermana, pero-...

—Ella lo ha pasado bastante mal—. Habló Mochizuki, llamando la atención de los demás.

—¿Cómo lo sabes?—. Preguntó Rindō.

—Fuimos a la misma clase—. Confesó bajo la atenta mirada de los otros, la cual se tornó a una sorprendida. —Y bueno... Cuando éramos pequeños jugábamos juntos.

—Espera... ¿Fuiste a su misma clase?

...

—¡Ey Mochi!—. Saludó uno de sus compañeros al azabache, este solo movió la cabeza como contestación. —¿Sabes que tenemos una puta en nuestra clase?

—¿Una puta?—. Frunció el ceño.

—Sí, ya sabes, la que se sienta a tu lado—. Llegaron a la puerta posterior de su aula, la cual estaba abierta. —Ella—. La señaló, pues estaba sentada en su pupitre, encogida y con la cabeza agachada, ocultando su rostro con su cabello.

—¿Qué sabes de Ryugūji?

—Sé que ha follado con Yorīchi a cambio de muy poco dinero, a demás de puta, sale muy barata—. Rió aquel chico, el cuál recibió un empujón por parte de Mochizuki. —¿Y a tí que te pasa? ¿Te gusta o qué?

—No es tu problema si me gusta o no—. Le cogió del cuello de la camisa. —Pero no merece que la falten el respeto así.

—Por lo visto faltar tanto te ha desactualizado de todo—. Se apartó algo molesto. —Ella lleva ya unos meses siendo acosada por ellas—. Señaló a un grupo de tres chicas que hablaba amigablemente. —Empezaron los rumores, aunque ahora resulta que es verdad, Ryugūji solo es una zorra—. Gracias a estas últimas palabras recibió un puñetazo en la cara, rompiéndole la nariz y tirándole al suelo, sin importar si alguien le veía o no.