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— T/N, Issei, traje un álbum de fotos de ustedes cuando pequeños — mi madre entra a la habitación que compartía con Rias.

Todos los miembros del Club de Investigación de lo Oculto se encontraban reunidos aquí, debido a que el viejo edificio de la escuela se estaba limpiando.

Rápidamente, todos se olvidan del tema del que hablábamos y se centran en los objetos traídos por ella.

— Esta es una foto  de Issei y T/N cuando estaban en la primaria. — ella señala una imagen de un viaje a la playa.

— Ara ara, así que fueron a la playa desnudos — Akeno sonríe mientras se burla ligeramente.

— Posando desnudo... T/N-senpai... — Koneko observa la foto con curiosidad.

— Por favor, Koneko, no mires — mis mejillas están ligeramente sonrojadas mientras giro mi cabeza hacia otro lado.

— T/N pequeño... T/N pequeño... T/N pequeño... — Rias murmura con una cara satisfecha mientras tiene su vista fija en una foto en la que estoy posando exageradamente.

— Rias... Tu lado Shota-con sale a la luz... — susurro, pero soy completamente ignorado.

— Creo que sé cómo se siente Buchou-san. — Asia, quien había estado observando una foto de Issei por largo rato, tomó la mano de Buchou; sus ojos brillaban.

— Así que tú también sabes cómo me siento, estoy muy feliz.

Hey, hey, ambas se fueron a otro mundo.

Mirando bien, Issei y yo eramos muy parecidos cuando pequeños. Si no fuese por sus características coletas no lo sabría diferenciar de mi mismo.

— ¿Qué sucede, Kiba? — pregunto al notar la cara de seriedad del rubio, el cual mira fijamente una página de otro álbum.

— ¿Te acuerdas de esto? — el me muestra una foto.

En ella, Issei y otra persona, de alrededor de cinco años ambos, estaban sentados en el suelo mientras jugaban.

— Es Shidō Irina, alguien con quien jugábamos de pequeños. Pero se mudó hace tiempo al extranjero por el trabajo de su padre.

— ¿Qué puedes decirme de la espada?

— Pues, recuerdo que su padre le tenía mucho aprecio a esa espada, y que la cuidaba mucho, pero nada más. — pude ver como la mirada de Kiba se ensombrecía a medida que mis palabras llegaban a él.

— Ese tipo de cosas suceden, eh. Para encontrarla en un lugar inesperado. — se rió de sí mismo y luego me miró — Esta es una espada sagrada.

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Al día siguiente, es la hora del almuerzo.

Puedo saberlo porque escucho a los demás miembros de mi clase hablar a medida que voy despertando.

Miro la hora, faltan como diez minutos para la reunión que teníamos programada en el club.

Me levanto en silencio de mi asiento y busco con la mirada a Issei y Asia.

— ¡Aaaah!... ¡Por favor ya basta, Kiryuu-san! — ¿Asia?, bueno, ella está usando sus manos para tapar la boca de una chica de lentes. Su cara está completamente roja y sus ojos algo vidriosos.

Mientras, Issei está frente a ellas con cara de no entender que es lo que está pasando.

— Kyruu, ¿verdad? Escuché de Asia que eres su amiga — me acerqué al grupo mientras colocaba una de mis manos sobre la cabeza de la ex-monja, haciendo que se calme un poco. — Te agradezco por eso, no siempre puedo estar cerca para cuidarla — Sonreí ligeramente y comencé a retirarme, llevándome a la rubia conmigo.

Supongo que seré un Rey DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora