Supongo que seré un Rey Demonio

🐉18🐉

— Entonces, vamos a empezar — Rias nos da la señal.

Irina y Xenovia toman su manto blanco apagado y lo hacen volar por los aires, revelando su negra y ajustada ropa de combate.

Para explicar un poco la situación:

Nos encontramos en el patio detrás del viejo edificio de la escuela, ocultos de todos.

Luego de la amenaza de mi parte y el reto de Kiba, las chicas de la iglesia decidieron tener una batalla amistosa con nosotros (claramente el Vaticano ni ninguna otra gran eminencia del cristianismo se enteraría)

— Incluso si es solo un partido, ten cuidado con las espadas sagradas — Rias me advierte a msi espaldas. Yo giro un poco la cabeza para responderle con un asentimiento.

El sonido de una carcajada baja llamó mi atención, haciendo que mire al chico a mi lado

— ¿Te estás riendo?

Kiba se reía tanto que parecía extraño. Una sonrisa que hizo que el ambiente frío. No había rastro de la sonrisa refrescante que suele tener. Hasta este punto...  ¿Odias tanto la Excalibur...?

— Sí. Lo que quería derrotar y destruir apareció justo en frente de mí. Estoy feliz. Fufufu, yo había oído hablar de que cerca de un demonio y un dragón, los "poderes" se reúnen. Pero para mí encontrármelo tan pronto.

—...[Sword Birth], ¿eh? El poseedor puede crear cualquier espada demoníaca que
imagine en su cabeza. Es único entre los engranajes sagrados relacionados con las espadas demoníacas... me enteré de que había un sujeto que evitó ser eliminado por el Proyecto Espada Sagrada... ¿Eso es verdad?

Kiba no respondió a la pregunta de Xenovia. Él sólo dirigió su instinto asesino hacia ella.

— Hyōdō T/N-kun — la que se puso delante de mí era Shidou Irina. La chica con el pelo de color castaño — Cuando encontré al chico que no había visto desde hace tanto tiempo, y vi que se convirtió en un demonio... me sorprendió.

— Hmm... Irina, realmente estoy molesto por lo que dijeron de Asia. Pero no quiero pelear. Si se disculpan sinceramente lo dejaré pasar.

Realmente no quería luchar contra ella, pero había algo en mi que me empujaba a hacerlo. Halgo más allá que mi simpatía por el pasado de la ex-monja.

Después de meditarlo un poco, supuse que serian mis instintos de dragón despertando. El deseo de proteger al más débil del grupo.

— Es lamentable Hyodou T/N-kun. No, te llamaré T/N-kun porque te conozco desde hace mucho. ¿Qué tramó el destino con nosotros? ¡Fui a Inglaterra porque me enteré de que podía usar una espada sagrada, y pensé que podría ser una representante de Dios! Aaah, ¡Esto también debe ser una prueba que Dios me ha dado! ¡La tierra a la que no había vuelto por tanto
tiempo! ¡Un destino cruel dónde mi amigo de la infancia se ha convertido en un demonio! ¡La forma con la que el tiempo avanza es cruel! Pero para seguir adelante, ¡Me convertiré en una persona con verdadera fe hacia Dios! ¡Ahora T/N-kun! ¡Voy a juzgarte con esta Excalibur! ¡Amén!

A pesar de que Irina estaba derramando lágrimas, ella parecía muy ansiosa por hacerlo y apuntó su arma hacia mí. Creo que no me queda más remedio que pelear.

Mi concentración fue rápidamente dirigida a cada movimiento realizado por Irina, en busca de una apertura para atacar.

En mi brazo derecho comenzaron a formarse garras y escamas.

— ...Semidragón

— ¿Es esa la mano de un dragón? Nunca pensé que conocería a un semidragón en un lugar como este...