No Me Tortures 2 (TERMINADA)

6. ✨Ella✨

Me voy a casa de Sara sin avisar y cuando me abre me tiro a sus brazos. Ella tarda en reaccionar, pero luego me abraza fuerte. Cuando nos separamos ella me mira con preocupación, pero yo no tengo tristeza, es como si llevara todo este tiempo esperándolo, y me siento mal por sentirme así, pero a la vez me da igual.

-¿Qué ha pasado? - me pregunto.

-Tengo dos cosas que contarte - entro a su casa y me voy al salón - La primera es que ya sé quién es mi paciente.

-¿Y quién eso?

-Nerea... pero sé que, al ser ella, no puedo ser yo quién la ayude en esto, se vería muy mal como se enterasen de que salimos juntas...y, quiero pedirte que seas tú quien la ayude - Sara me mira con sorpresa, pero luego le cambia la cara a una sonriente.

-De acuerdo, peor porque me lo pides tú eh. - dice sentándose a mi lado - ¿Y la otra cosa?

-Pues que el motivo por el que he venido es para pedirte que, si me puedo quedar estos días aquí, hasta que nos vayamos a Sevilla.

-¿Por qué?¿Qué ha pasado con Sofía? - me dice cogiéndome las manos.

-¿Te acuerdas cuando te dije que sabía que mi secretaria estaba enamorada de Sofía? - ella asiente - Pues me he encontrado a Sofía y a Alison en la cama - Sara mi mira asombrada y luego con confusión.

-Y...¿estás bien? No se te ve muy afectada... - me dice.

-La verdad es que estoy bien - la digo - Me lo esperaba y no me duele tanto. Además...creo que mi corazón le pertenece a otra persona... - bajo la mirada.

-¿A quién? - me pregunto sorprendida. Cuando ve que no respondo su mirada cambia - ¿No me digas que sigue siendo ella? - se cruza de brazos.

-Sí, no puedo evitarlo, ¿vale? - respondo.

-Alomejor es mejor que te quedes aquí mientras que yo voy a ver qué pasa - me dice, pero salto.

-No, no, no, yo voy contigo, te guste o no. A mí no me dejas aquí - le digo levantándome. Ella se ríe.

-Sí, ya que me quedó claro quién es - se sigue riendo. - Bueno, vamos a llevar tus cosas a mi habitación. Vas a dormir estos días conmigo y voy a aprovechar a ver si puedo conseguir algo de ti - me mira de forma pervertida

-PERO SARA - me río.

-Lo digo totalmente enserio, desde que estás con Sofía no me has tocado, y te extraño, así que voy a aprovechar, si me lo permites...

-Por mí encantada eh - digo cogiéndola de la cadera y pegándola contra la pared.

-¿Ahora? - me dice sonrojándose.

-Ahora - me inclino a devorar su boca. Ella me corresponde de la misma manera. La cojo haciendo que ponga sus piernas alrededor de mi cintura, y la llevo a la cama.

Van pasando las horas, y al cabo de tres horas las dos caemos exhaustas la una al lado de la otra.

-Dios, cuánto lo echaba de menos - me dice. Yo me río.

-Y que lo digas - respondo - Bueno, creo que me voy a quedar dormida - digo mientras que ella se apoya en mi pecho.

-Sí, yo creo que t... - no termina la frase, se queda dormida antes y yo me limito a sonreír, y poco a poco seguir sus pasos.

NEREA)

Ha pasado ya una semana desde que Marta se fue, y lo único que me viene a la cabeza es su cara de preocupación al verme, su cara de alivio cuando se separó de mí después de abrazarme y que la dijera que estoy bien, su sonrisa mientras que hablábamos en la cafetería...DIOS ES QUE ES PUTO HERMOSA. Y como si me estuviera leyendo la mente, me llega un mensaje de Marta diciéndome de quedar mañana para que hablara las cosas con Sara.

-Claro - la respondo. - ¿A qué hora?

-Sobre las 6pm ¿Te parece? - me dice.

-Claro, en la cafetería del otro día.

-Allí nos veremos - responde - Bueno, hablamos luego :3

-Hasta luego :)

Dejo el móvil a un lado, dándome cuenta de que estaba sonriendo como un atonta a la pantalla.

-¿Con quién te escribes para tener esa sonrisa en la cara? - me pregunta Maia entrando por la puerta del salón.

-Con nadie... - me sonrojo.

-Es ella ¿verdad? - se sienta a mi lado.

-Sí - digo. - Es que no logro sacarla de mi mente...es que es tan perfecta... - pongo las manos en mi frente, apoyado mis codos en las rodillas.

-Hey, podrías intentar conquistarla de nuevo, aprovechando que ella va a estar un tiempo aquí. Y mira tú, quién sabe si acabáis otra vez juntas - pasa una mano por mi espalda.

-Sí - levanto la cabeza - o bueno...no...no sé, ya veré - digo levantándome. - Por cierto, mañana voy a ir a la cafetería para encontrarme con Marta y Sara, por si te quieres venir, que no creo que las importe.

-Vale, iremos juntas - me responde.

(.)

Las 5pm. Maia y yo nos levantamos del sofá y nos vamos a preparar para ir a la cafetería.

Las 5:45pm. Estoy sentada en el sofá esperado a que Maia salga del baño de una vez por todas. Quince minutos más tarde sale y a las 6:15 llegamos. Vemos a Sara y a Marta sentadas en una mesa al fondo y nos acercamos.

-Hey , perdón por la tardanza, alguien se había quedado atascada en el váter - digo sentándome en una silla al lado de Marta.

-Cállate - me dice Maia. Las otras dos se ríen.

Charlamos durante un rato, de lo que hemos estado haciendo estos días, cosas que les podríamos enseñar a Marta y a Sara...y así pasa una hora.

-Bueno, yo creo que sería una buena idea que os dejáramos a solas para que os contéis lo que tengáis que hacer - dice Marta levantándose.

-Sí, que se nos va la tarde sino - dice Sara. Maia también se levanta.

-Marta, ¿te apetece ir a un bar gay cerca de aquí? - dice Maia - Así pasamos el rato. - fulmino a Maia con la mirada para luego mirara atentamente la reacción de Marta.

-Me parece buena idea - dice sin separar sus ojos de los míos - Nos vemos luego - ambas cogen sus chaquetas y salen por la puerta hablando animadamente.

-Bueno, Nerea, cuéntame - dice Sara sacando un portátil de su mochila.

La empiezo a contar todo y ella me escucha atentamente. Cuando acabo de contarle lo que ha pasado ella me da varios consejos y pautas que debo seguir, y, más adelante, acabamos hablando de Marta... Me dice que cree que deberíamos hablar a solas. También que se ha fijado en las miradas que la echo, haciendo que me ponga roja como un tomate.

Las horas pasan y decidimos ir a el bar gay al que habían ido Marta y Maia a buscarlas. Pasando por un callejón escuchamos gritos de dos chicas, y corremos a ayudarlas sin imaginar la imagen que nos íbamos a encontrar al llegar al final.