20.¿Muerta?

82 5 0
                                    

NEREA)

Me despierto y sin abrir los ojos busco con la mano a mi esposa, pero no la noto por ninguna parte. Abro los ojos y al ver que no hay nadie, empiezo a notar un olor a tortitas - No llevamos ni un día de esposas y ya me está despertando con tortitas - pienso. Escucho pasos y Marta entra pro la puerta con una bandeja con tortitas.

-Buenos días, mi amor - dice dejando la bandeja en la mesilla y acercándose para besarme.

-Muy buenos - digo sobre sus labios. Le agarro de la cintura, haciendo que caiga encima de mí.

-Minion, ahora no - me dice mientras beso su cuello - que tenemos mucho por ver y pocos días.

-Vale... - digo refunfuñando.

Me incorporo para desayunar. Reímos y tonteamos mientras tanto. Cuando acabamos, Marta se lleva las cosas y yo me meto a la ducha y luego me visto. Voy a la cocina y me quedo mirando a Marta.

-¿Qué miras con tanto deseo? - me dice sacándome de embobamiento.

-A ti - respondo. Ella se sonroja, pasa por mi lado dándome un beso y me agarra del brazo para llevarme afuera de la habitación.

Caminamos por las calles de Roma, sin rumbo fijo, pero a la vez sí. Vamos en dirección a El Vaticano, para poder verlo. Cuando llegamos, pedimos las entradas y nos vamos a la cola para entrar, donde nos quedamos esperando durante una hora, y luego tardamos otras dos en salir de él.

-Es precioso - dice Marta.

-Sí, no está mal - respondo encogiéndome de hombros.

-¿Cómo qué? - me dice.

-Pues que prefiero el coliseo - me dice.

-Pues vamos al coliseo - empezamos a andar hacia el lugar que nos ha indicado un hombre después de haberle preguntado.

-Vamos, no falta mucho - le digo a Marta, que se está quejando de que le duelen los pies.

-No sé cómo tienes tanto aguante.

-Pues es que tengo práctica - le digo giñando un ojo.

-Eres una pervertida - me dice riendo y dándome un golpe en el hombro.

Le acompaño riéndome yo también. Damos unos poco pasos más y nos quedamos mirando el maravilloso monumento que tenemos delante.

-Wow - digo.

-Y que lo digas - dice Marta - Vamos - me agarra de la mano y tira de mí hacia él.

Hacemos varias fotos y luego vamos a comer a un sitio dónde nos pedimos pasta. Cuando acabamos, nos vamos a ver la torre de pisa, pero eso ya en taxi, nos hacemos unas fotos y nos vamos a un parque más cercano a nuestro hotel.

Pasemos de la mano, tranquilamente, entre los almendros. Ahora están en flor, así que están de colores rosados.

-Mmmm - dice Marta mirándome con diversión.

-¿Qué pasa? - le sonrío.

-A ver si me pillas - dice antes de salir corriendo.

-Oye - la empiezo a perseguir mientras que ríe.

La persigo por todo el parque hasta que llegamos a una cuesta, donde se tropieza y empieza a rodar hacia abajo riendo. Me tropiezo yo también y la sigo hasta abajo. Al final acabo encima de Marta, riéndonos de lo torpes que somos.

Cuando paramos de reírnos, nos quedamos en silencio mirándonos. Una paz nos inunda. Apoyo mi cabeza en el pecho de Marta, escuchando como su corazón late rápido. Me separo y la doy un dulce beso en los labios, para después levantarme y ayudarla a levantarse.

Caminamos hacia el hotel en silencio, subimos a la habitación y empezamos a hacer la cena mientras que cantamos las canciones que salen en spotyfi.

Estamos a punto de cenar, cuando la de atraco suena. Sí, alarma de atraco, sé que es raro. Cogemos los móviles y salimos hacia la salida. Una vez fuera esperamos a que salga todo el mundo y nos digan que está pasando.

Todos nos reunimos para que nos cuenten que pasa.

-Bueno, a ver, han entrado atracadores con pistolas dentro del edificio, y no sabemos si llevan algo más, así que nos mantendremos aquí fuera mientras que viene la policía.

Me giro en dirección a Marta, ya que ella ya estuvo encerrada mientras que la apuntaban con un arma hace tiempo, y no sabía si lo había superado, pero su cara indicaba que no. Me acerco para abrazarla.

MARTA)

Me quedé inmóvil, recordando lo que me pasó hace unos años. Noto que alguien me abraza y salgo d de mis pensamientos, es Nerea.

-Tranquila - me dice mientras que me abraza, pero no puedo.

De repente escucho a una mujer gritar.

-Mi hijo está ahí dentro, en el segundo piso habitación tres - dice llorando. La gente se acerca a consolarla, pero yo miro a Nerea, que me mira a su vez. Su mirada pasa a ser de miedo.

-No, Marta no - me dice. Yo asiento.

-Te amo - la digo antes de salir corriendo.

Noto como intenta seguirme, pero la detienen, mientras que yo consigo que no me atrapen. No podía dejar que alguien fuese apuntado con un arma, y menos un niño ¿Y sí fuese mi hijo? No le dejaría ahí.

Entro al edificio y empiezo a subir a la segunda planta, a la habitación tres. No me cruzo con nadie por el camino. Entro a la habitación y veo al niño debajo de una mesa.

-Ven chaval, vamos, no pasa nada. - le digo mientras que me acerco tranquilamente - No te voy a hacer nada, vengo a sacarte de aquí a salvo - digo. Me paro a su lado y le tiendo mi mano.

Duda en cogerla, pero acaba cogiéndola. Le saco de debajo de la mesa y le cojo en brazos. Me asomo a la puerta de salida para ver si hay alguien, y como veo que no, salgo. Pero, al salir del todo, escucho una voz detrás de mí.

-Tengo a una - dice ese hombre. Me doy la vuelta y me está apuntando con un arma.

Me muevo rápidamente e intento ir por las escaleras de emergencia. Empiezo a bajar las escaleras y escucho que alguien se apoya en la barandilla para luego escuchar un disparo y sentir dolor, de seguid, en mi pierna.

-AHHHH - grito, pero me mantengo de pie para que no caiga el niño. Avanzo hasta la puerta de salida arrastrando una pierna. Abro la puerta y salgo. La madre del niño grita.

-MARCOS - corre hacia nosotros.

-MARTA - grita - CUIDADO.

Me giro y veo a un hombre apuntándome con una pistola. Mi reflejo es girar y proteger al niño con mi cuerpo. El disparo suena y una bala choca contra mi espalda. Suelto al niño, que cae de pie en el suelo y yo me derrumbo. Empiezo a ver borroso. Nerea viene y me coge para poyarme contra ella.

-Mi amor, lucha, sé que puedes, pero no me dejes ahora - dice llorando.

-Eh, no te preocupes - le sonrío.

-¿CÓMO QUE NO ME PREOCUPE? - me grita - No te puedo perder - esconde su cabeza en mi pecho.

-No me vas a perder, te lo prometo - le digo, y cierro los ojos. Dejo de escuchar y sentir

No Me Tortures 2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora