Capítulo siete

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"No juzgues las acciones de otros sin saber el porqué"

Es lo que se repetía Kim una y otra vez al encontrarse frente al edificio de dos plantas, pasado ya el mediodía emprendió camino al lugar y al igual que un alcohólico miraba anhelante las bebidas frente a él, Kim sentía el miedo cercano, recorriendo su sangre y nublando sus pensamientos, sin claridad en su pensar, solo presiono el timbre frente a él.

Recordaba el lugar, la primera planta se usaba como una simple sala de estar, espaciosa y decorada en un estilo moderno y elegante, o al menos así era en sus recuerdos. La espera le tomó un par de minutos al dar entendido que nadie abriría la gran puerta de caoba del lugar.

Sacó un juego de llaves del bolsillo dentro de su abrigo, al introducir la llave perteneciente, se tomó un momento, esperando desde lo más profundo de su ser el no encontrar a nadie dentro, deseando encontrar aquel lugar donde su padre pasaba horas trabajando sin necesidad de cerrar ni una sola de las puertas, porque confiaba en sus hijos, confiaba en el.

La llave giró, la puerta se abrió y él dio el primer paso dentro de la propiedad.

Estaba completamente oscuro, busco a ciegas el interruptor y lo presiono, notando el lugar exactamente como estaba hace algunos años. La sala mantiene un tono frío y monótono, el juego de sofás acomodados acorde a la estantería donde se encontraba una pantalla plana, sin ningún tipo de decoración más que algunos cuadros sin sentido alguno, pasando la sala estaba una cocina equipada solo para unas pocas personas, y al pasillo del lado contrario se encontraban las escalera al segundo piso donde no encontró necesidad de inspeccionar de más, puesto que su objetivo era el estudio detrás de aquellas dos grandes puertas del color de la noche.

Tomó el pomo de una de las puertas y se recordó a sí mismo tocando para pedir permiso cuando era niño, seguía haciéndolo incluso si sabía que no había problema alguno si entraba gritando y corriendo dentro de cualquier habitación. Entró a la habitación y noto todo al igual que los demás, en su lugar, nada diferente o fuera de su lugar.

Acercándose al escritorio tomó algunos papeles perfectamente apilados, encontrando en estos simples facturas del mismo edificio, de no más de tres meses, aquello no tendría absolutamente nada alarmante, de no ser que detallando aquellas fechas, su padre no se encontraba en corea.

Tratando de calmarse y seguir buscando más detalles en estos, encontró el cumplimiento de pagos en perfecto estado, ni un solo atraso, y justo cuando buscaba algo más en el escritorio, sonó el teléfono de la oficina.

-¿Diga? -Contestó sintiendo la adrenalina recorrer su sistema, no lo pensó y solo actúa ante la incertidumbre.-

-¿Residencia Kim? -La voz al otro lado era baja y aguda, por lo que supuso era una mujer con quien hablaba, calmando un poco su ritmo cardiaco aclaró la voz.-

-Así es, ¿en qué puedo ayudarle? -Agudizó su oído para descifrar el sonido alrededor de la voz al otro lado de la línea.-

-Un gusto, mi nombre es Danna y llamo para informarme acerca de la mudanza de inmobiliaria del edificio donde habita. -¿una mudanza?, en silencio esperó las palabras de la mujer.- La cosa es, nos encontramos con algunos inconvenientes al momento de desalojar su anterior edificio, y no podemos actuar sin aclarar las políticas de la compañía ante "ciertos actos".

Joon suspiro ante eso, tratando de visualizarse en un escenario lo más parecido posible, improvisando una respuesta respondió:

-¿Puede decirme cuales son los inconvenientes en mi antigua propiedad?

La mujer asintió y prosiguió.

-Los encargados de la mudanza nos informaron que un joven dice vivir solo en el lugar, intentaron aclararle la situación pero se negó a permitir el paso. -¿podría ser?... - Al parecer la documentación que mostró es real, así que nuestro reglamento pide que sea usted el que aclare esto, ¿Podemos ayudarle en algo más?

Tras esa información, Namjoon asintió. Pareciera comprender un poco lo que pasaba ahora, aún tenía sus preguntas pero encontró una manera de conseguir respuestas.

-¿Podría enviarme la dirección del edificio donde se encuentra el sujeto?



[...]



"Cometer errores es parte de ser humano."

Volvía a repetir sus pensamientos camino a su destino, a modo de no sobrepensar la situación y en un intento de calmar los latidos de su desenfrenado corazón frente al miedo que inundaba su ser.

Solo silencio había dentro del vehículo, su mirada estaba enfocada en el pavimento que atravesaba y repetir las calles del lugar en voz alta, al terminar la llamada con la inmobiliaria después de conseguir la dirección requerida se subió a su automóvil y emprendió camino a las orillas de la ciudad.

"Buscamos respuestas, no hay razón para temer a nada."

Volvía a repetir una y otra vez aquello, hasta lograr ver en su camino el conjunto de departamentos a donde se dirigía. Estacionó frente al edificio en el primer puesto libre que encontró, tomó los documentos que dejó al lado de su asiento y volvió a leer la poca información que tenía, tomando lo necesario para lo que se avecinaba.

Jung Hoseok

21 años de edad

Recién adquirió un edificio en el centro de la ciudad, cercano a la escuela de medicina más prestigiosa de la ciudad.

"Cada vez son más preguntas que respuestas, padre".

Con los documentos en mano, salió del vehículo y observó detalladamente el edificio. La estructura era vieja, no más de cuatro pisos, la fachada aclaraba ser de bajos recursos y las condiciones del lugar no parecían ser de las más seguras, pero el lugar encajaba a la perfección con el alrededor. Lo mejor es no llamar la atención en ese lugar.

Entró al edificio sin esperar más, no se sorprendió de ver solo las escaleras al fondo del pasillo directo a la entrada, así que siguió su camino. Solo tenía un lugar al cual llegar.

Piso dos.

Habitación trece.

Llegó al lugar. Justo frente a la puerta con el número pintado en color blanco, se detuvo. Con determinación en su mirada golpeó la puerta con los nudillos de su mano libre, y espero.

Con la espalda recta y la frente en alto mantuvo la seriedad en su mirada. Se notaba tranquilo, pero el miedo fue reemplazado con una inevitable nube de desosiego. El enojo ante los engaños de su padre comenzó a nacer en su alma, odiando cada segundo la duda que le ha seguido desde hace tiempo y las ya derramadas lágrimas ahora le llenaban de vergüenza.

"Para un tipo que vive en estas condiciones, el estudio de mi padre será como si ganara la lotería, preguntar a la nada no será de más ayuda."

La puerta se abrió, un joven le miraba con duda y molestia en su mirada, bajando su vista solo un poco para conectar con la del joven, sonrió.

-Park Namjoon, abogado del señor Kim Seokmin, estoy buscando al joven Jung Hoseok. 

Calm Me Down [HopeNam/NamSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora