Capítulo dieciséis

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El olor a café abundaba en el lugar, los clientes se mantenían ajenos a su presencia , y después de tantas visitas al fin detallo los adornos que decoraban las paredes y ventanales del local. Namjoon mantuvo su vista en todos esos adornos coloridos y brillantes mientras Seokjin discutía con el mesero sobre sus bebidas cálidas, gracias a la fría temperatura que se mantenía en Corea se permitían el gusto de una bebida cálida, aunque el frío de la incertidumbre permaneciera aún entre ellos.
El silencio que se dio en la mesa no fue captado por Nam, estaba tan inmerso en sus pensamientos que solo cuando Seokjin le ofreció el menú de postres volvió a detallar su presencia.
Con una negativa volvió su vista a los alrededores, buscando entre los tontos adornos aquello que todos parecían encontrar tan fácilmente, esa inexplicable felicidad que irradian las personas cuando se ven rodeadas de tantos adornos, eso que no le es fácil de comprender.

—Navidad está cerca, no me sorprende cuánta publicidad pueden ganar estos lugares en fechas festivas. —Seokjin no pudo evitar detallar la mirada perdida de su hermano, una vista muy dulce pero peculiar cuando le conoces.

—No necesitamos recordar está fecha, Seokjin —su vista no se apartó de los coloridos adornos, pero su voz cargada de desinterés fue escuchada por su acompañante—. Al menos, no yo.

Namjoon miraba a través del ventanal en el segundo piso, todas las personas que recorrían el alrededor en busca de prendas y obsequios, sin notar la preocupada expresión de su hermano quién le acompañaba, al otro lado de la mesa.

—¿Cuánto tiempo planeas quedarte Joon?

El cambio repentino de tema atrajo su vista a su hermano, con disimulo el menor intentó sonreír calmado aunque lució más incómodo que despreocupado, pero eso no le evitó sonreírle de vuelta.

—Más de lo que pensaba.

Con nerviosismo bajo la mirada hacia la mesa, sus manos torpes trataron de buscar donde apoyarse pasando de sus costados a la superficie de la mesa, la mirada fija del mayor le provocaba una infantil torpeza que le había hecho sentir incómodo e inferior. Seokjin no pasó por alto todas esas acciones, el sentimiento que transmitía el menor se volvía sofocante pero no se permitía ayudarle, porque primero debería conocer la razón de tales emociones.

—Dime por qué.

Namjoon quería evitar hablarlo, prolongar por más tiempo aquello que no le hacía sentir orgulloso, pero ya no estaba en sus manos. Seokjin podría ser una pieza clave para todo aquello que buscaba, pero seguía temiendo el ser juzgado por quien tanto aprecio tenía. Y con un suspiro, dio inicio a una parte fundamental de su plan.

—Solo quiero saber, sobre todo aquello que nuestro padre oculto desde el momento que nos fuimos. Desde que enfermó e incluso saber todo lo que pasó  antes del divorcio —su mirada por fin volvió a su acompañante, llena de confianza y determinación, dejando sin palabras a Seokjin en espera del final—. Encontré la manera de saberlo, pero no es la más correcta para lograrlo, y eso me aterra.

El silencio que se dio después de aquello fue ilegible para ambos, Namjoon mantuvo su postura con su mentón ligeramente inclinado al frente y su mirada fija en Seokjin, quien solo se mantuvo sereno con un sepulcral silencio a su alrededor. Nadie volvió a hablar hasta que llegó el pedido a su mesa, un simple agradecimiento y el mayor apartó su mirada de él y comenzó a degustar de su bebida.

—¿Qué piensas hacer después? Sobre todo esto, Namjoon —sus blanquecinos dedos se aferraron a la porcelana entre sus manos, sus ligeros párpados se mantuvieron cerrados mientras daba suaves sorbos a su bebida, mostrándose frío y calmado sobre el tema—. Me utilizas como gustas, obtienes las respuestas, ¿Y después?

Calm Me Down [HopeNam/NamSeok]Where stories live. Discover now