IV

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"Debería considerarme un loco por ti, pero eso sería suficiente para no dejarte ir."

Harry se pasó el resto del día pensando en Louis.

Imaginando como sería si ambos fueran amigos, si fueran novios o inclusive si llegaran a casarse. Era muy precipitado, pero cuando al pequeño ingenuo de Harry le gustaba alguien siempre era lo mismo. Se podría imaginar un mundo rosa junto a esa persona cuando apenas intercambiaban algunas palabras.

Cuando se sintió listo fue a su gran habitación a la que llamaban "aposento" y se encontró con algunas damas limpiando todos los rincones de éste lugar.

-Príncipe, no sabía que vendría tan pronto. -habló una de las mujeres limpiando con prisa.

-No me quedaré, solo vengo a alistarme. -respondió Harry dedicándole una cálida sonrisa. -Mejor, ayúdenme a alistarme, por favor.

Louis había dejado a su amigo en la casa de Tyler y se dedicó a caminar sin ningún rumbo, como casi siempre.

Decidió caminar hacia el castillo. Tal vez podría escabullirse sin ser visto y obtener algún dato que les serviría en el momento del atentado.

Así fue, caminó sin ser visto hasta el castillo y con algo de agilidad logró entrar al enorme lugar sin que seguridad lo viera.

Fue cuando vio al Rey hablando con unos soldados, al menos eso daban a entender con los uniformes que traían puestos.

Se ocultó detrás de un arbusto para oír mejor la conversación. Rió al recordar que en ese pueblo no había cámaras -gran error- pensó Louis.

-Eso es lo que tenemos entendido, solo nos llegó una advertencia. -dijo uno de los soldados.

-¡Pues hagan algo más! ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados cuando corremos riesgo! -los oídos de Louis parecieron alarmarse y frunció el ceño.

-No es tan fácil, mi Rey. Estas asociaciones son muchos más que todo el ejército, son los más poderosos. Lo mejor sería no alarmar al pueblo pero usted y su hijo pueden escapar antes de que las cosas se pongan peores. -aconsejó uno de los soldados que parecía ser el que más sabía del asunto.

Louis pensaba en las posibilidades que había en poder atacar. No estaban autorizados pero debían hacerlo lo más pronto posible.

-Bien. Pero nadie debe saber de esto. Ni el pueblo, ni Harry. -dijo el Rey, pero Louis no entendió muy bien lo último.

Ese momento las puertas del castillo se abrieron y salió de ahí un sonriente joven de rizos achocolatados que cualquiera podría envidiarlos. Ya no parecía el mismo chico que salió a cantar horas atrás, ahora tenía puesto un pantalón de tela fina con una camisa totalmente blanca pero tenía los primeros botones abiertos, dejando ver parte de su torso.

Louis lo vio y rodó los ojos. Su característica sonrisa comenzaba a cansarlo.

-Hola padre. -saludó Harry cordialmente. -Buenas tardes señores. -dijo el rizado mirando a los soldados quienes solo asintieron en respuesta.

-Hijo, quiero que alistes tus maletas, trata de llevar pocas cosas. -habló rápido su padre obteniendo una cara de confusión de su hijo.

-¿A dónde vamos, padre?

-Lo sabrás luego, pero alístate lo más pronto posible.

-Pero yo estaba-

-¡No me importa lo que estabas haciendo! ¡Solo hazlo!

El rizado bajó la mirada y regresó al castillo con una actitud totalmente distinta con la que había salido.

Harry era muy sensible.

Un Rosa Adictivo (Larry Stylinson)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon