Un Rosa Adictivo (Larry Stylinson)

XX.

Niall llegó al aeropuerto de Dublín. Iba en un auto que Zayn le había designado. Según las instrucciones de este último, debía encontrar al rizado ya que este estaría con Louis. 

Sus manos al volante temblaban y su frente estaba cubierta en sudor. Vio de reojo el arma que Zayn le había dado en caso de que Louis le apuntara con una. 

"Es solo para una emergencia", le dijo cuando se la entregó minutos atrás. 

Se sentía como un delincuente. Pensó muchas veces en que si lo que hacía valía la pena. Harry era un chico muy dulce y sentía una gran atracción hacia él, pero cargar un arma solo por una atracción no era justificable. Así lo creía él. Sin embargo, llegaba a su mente el pensamiento de que no era solo por la atracción hacia el rizado, sino, por el hecho de ser un ser humano en peligro que requería ser salvado. 

Bajó del coche una vez parqueado y caminó hacia el gran aeropuerto. Observó como había una pequeña estación policial afuera de este. Se preguntó si es que lo mejor era informar a la policía de todo ello. Ellos sabrían que hacer, pensó. Pero recordó que todo lo relacionado con Zayn era sucio y no quiso arriesgarse. 

"Además, tienes un arma. ¡Por Dios, Horan! ¡Concéntrate!", pensó.

Se sentía tan asqueado con todo lo que le había pasado alrededor de Zayn, pero en realidad fue desde que conoció a Harry. No lograba comprender con exactitud la magnitud de todo aquello, pero solo esperaba que esa noche terminara todo.

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Zayn tenía a sus hombres dentro del aeropuerto. Él estaba fuera de este esperando en su auto mientras fumaba un cigarrillo. A lo lejos vio cómo Niall caminaba con nerviosismo y sonrió. Niall era un jóven con talento y que ponía siempre el bien del prójimo por delante. Sonrió al recordar a su ex amigo, Liam. Sintió un poco de lástima, pero se esfumó rápido con un sonido de su celular.

Le llegó un mensaje de texto.

"Todo listo" aparecía en su pantalla.

Supiró antes de mandar un mensaje al número del cual había recibido uno.

"Comiencen"

Bloqueó la pantalla del celular.

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Luego de que Harry volviera a preguntarle si es que lo mataría en caso de que no lo obedeciera, sólo pudo agachar la mirada y no responder. Era claro que no lo haría. No podía matar al rizado por muchas razones, pero la primera en la lista era porque se había convertido en una adicción. Era la única palabra dentro de su vocabulario que describía lo que sentía por él. Así lo pensaba Louis.

Harry había estado allí desde el primer momento sacándolo de sus casillas, haciéndo que pase por situaciones que hace un año él pensaría que nunca lo haría. Se dio cuenta que no podía estar con él cuando lo vio alejarse en el ferry al llegar a Dublín. No podía. Sentía la necesidad constante de tenerlo a su lado, porque creía que la única forma de que Harry este seguro era cuando estaba junto a él.

— La primera vez que te vi.... —habló Harry— creí que serías alguien interesante de conocer. Tú y tu vestimenta diferente y más cuando abriste tu boca y conocí tu personalidad, me di cuenta que eras único. 

Louis se mantenía mirando al suelo. Harry se alejó de él y se agarró del cabello estirándolo un poco. Comenzaba a dolerle la cabeza. Cerró lo ojos y recordó que siempre que estaba con Louis tenía dolor de cabeza.

—La primera vez que te vi yo...

—Oh, no me hables de eso.

—Escúchame, tienes que saber....