¡Tengo 13 años! Maldita sea, ya puedo cuidarme yo solo. ¿Por qué debo de tener una niñera? Aunque... Ahora que la veo bien... ¡Es muy sexy!
[Historia No Oficial]
Nana Shimura se encontraba sentada en una silla de madera ayudando al pequeño Izuku a hacer sus tareas de la escuela, ya que el niño había faltado los dias anteriores porque estaba resfriado, el nuevo tema no lo entendía con facilidad.
-No quiero hacer más-dijo el pequeño de ojos verdes lanzando su lápiz negro al suelo.
La mujer de pelo negro se quedó admirando como el pequeño hacia sus berrinches, ya habían pasado tres semanas desde que se quedó acargo de el, y descubrió que no le llama la atención las cosas que no le salen.
-Vamos midori♥ si haces tus deberes haré lo que tu quieras-propuso la pelinegro admirando como la cara de Izuku se encendió al escuchar sus palabras.
En 5 minutos ya había terminado todas las cuentas que le había dado la señorita como tarea para el hogar, Nana estaba asombrada de lo rápido que trabajó el peliverde.
-¡Muy bien! Tu compliste, ahora me toca a mi. ¿Qué quieres que haga?-le preguntó la pelinegro al joven Midoriya el cuál se quedo pensando por unos segundos.
Izuku recordó una ropa especial que había encontrado en el cajón del armario de su madre, el de chico creía que era un disfraz de superhéroe pero gracias a la tv descubrió que era ropa para hacer ejercicios.
-¿Puedes disfrazarte de heroína?-le digo fingiendo a Nana la cual esta asiente con la cabeza.
Izuku corre hasta el cuarto de su niñera, abre las puertas del armario y saca una caja marrón, cuando abre la caja ve el conjunto gris y negro.
-Este es tu disfraz-chilló el niño mostrándole la vestimenta a su niñera la cuál se quedó en silencio.
Estaba un poco insegura de que ese "disfraz" sea de heroína, pero ya había pactado con Izuku que haría lo que el quisiera y así sería.
-Esta bien-dijo alegremente la pelinegro agarrando la caja y metiéndose a su cuarto.
A los minutos salió de su cuarto enseñando como le había quedado su vestimenta, el joven Midoriya se quedó inmóvil de lo sexy que se veía su niñera.
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Sin saber que pasaba de repente su miembro se endurecio causandole una sensación que jamás había experimentado, ver como la ajustada ropa de su madre pintaba las curvas de su niñera era algo hermoso.
-¿Cómo me queda?-le preguntó Nana al pobre peliverde el cual tenía una enorme erección.
