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Son las 16:57 de un día Martes, Nana Shimura se encuentra dándose un baño rápida ya que había ido a jugar al parque con Izuku y estaba bastante sudada así que decidió irse a bañar. Mientras la mujer mayor se toma una refrescante ducha, el chico peliverde se encuentra en la puerta del baño deseando entrar y ver desnuda a su niñera. ¿Pero como lo haría? Eso se está preguntando.

-Se que no debo pero quiero hacerlo-se cuestiona el chico mientras que en su cabeza hay una guerra entre su buen comportamiento y sus hormonas.

Sin darle más rodeos abre la puerta del baño decidido.-¿Izuku?-pregunta Nana la cual escuchó como se abrió la puerta.

El chico se quedó congelado por unos segundos, no sabía que ella lo escucharía apenas entrar. Lo único que separa los cuerpos de ambos es una cortina con estampados de héroes, Nana se quedó callada esperando la respuesta del chico.

-¿P-puedo bañarme contigo?-pregunto tímidamente el chico esperando que su niñera responda como el desea.

-Izuku...-dijo Nana suspirando y poniendose shampoo en las manos.-Ya eres grandecito como para bañarte conmigo, luego de que salga yo te metes-habla la pelinegro pasándose shampoo por su cabello.

Izuku ignoró la respuesta de la mayor y corrió la cortina, Nana en un movimiento rápido se tapó sus pechos con una mano y con la otra su zona privada.

-¡¿Qué demonios haces?!-pregunta exaltada la mujer que tenía sus mejillas coloradas y sus ojos clavados en el miembro de Izuku que estaba erecto.-¡Y TAPATE!

El joven Midoriya agarró el pote y se echó shampoo en las manos, se paso por su cabello mientras actuaba con normalidad. Nana no podía creer lo que estaba pasando, vio sus opciones. La primera era darle una cachetada al peliverde y salir, la segunda sería actuar con normalidad y la tercera agacharse mientras cierra los ojos.

-Nunca me bañé con mamá...-mintió Izuku sin mirar a su niñera, solo al suelo.

Nana se quedó quieta, no esperaba que Izuku diga algo como eso. Cuestionó en su mente si lo que estaba a punto de hacer estaba bien o no.

-Yo tampoco me bañé con mi madre-dijo Nana agarrando un jabón y lavando la espalda blanca y suave del joven. Este al sentir el cálido contacto de su niñera solo hizo que su erección empeore.

Izuku aprovechó el momento de vulnerabilidad de su niñera y se volteó rápidamente, Nana respondió lento y se quedó inmóvil. Los ojos de Izuku se clavaron en sus pechos, sus rosados pezones le llamaban la atención.

Nana intentó golpear la mejilla del chico pero este atacó sus pechos, comenzó a lamer su pezón mientras que con su mano libre pellizcaba el otro. La mujer intento recomponerse pero le fue imposible, la intensidad del chico la dominaba por completo. Lo único que pudo hacer fue agarrar el cabello del chico y jalarlo.

Izuku que estaba con la adrenalina metida en su cuerpo atacaba los pezones de su amor de forma salvaje, hasta que se le ocurrió hacer lo mismo que con la señora Bakugou.

-¡IZUKU, NO!-gritó Nana la cual se exaltó al ver que el peliverde agarró su miembro y lo acercaba a la zona privada de ella.

Continuará

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