~Capítulo 4~

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El partido empezó y me sentía eufórica y preocupada. Eufórica porqué jugaban bien, todo el equipo se complementaba pero me preocupaba los golpes que recibía Kyle siendo el quarterback, sí que estaban muy bien protegidos con los protectores pero me preocupaba igual.

Después de dos horas jugando terminó el partido y como no,  ganamos. Celebraron la victoria y Kyle se acercó a mí que estaba aplaudiendo eufórica. Kyle se quitó el casco y lo que vi me daban ganas de lanzarme a sus brazos. Mi tío me dijo que debería bajar para celebrarlo con él y bajé acercándome a él corriendo. Kyle abrió los brazos y me lancé a sus brazos. Me cogió al vuelo y dio varias vueltas mientras nos besábamos en los labios.

-Enhorabuena.- dije emocionada.

-¿A qué no ha sido mala idea venir aquí?- me preguntó.

-No.- dije.

-Después quiero llevarte a un lugar.- dijo Kyle.

-¿A dónde?- pregunté intrigada.

-Es una sorpresa.- me dijo. Hice pucheros. -Espérame en el parking con mi padre y tu hermano mientras me ducho.- dijo apoyando su frente con la mía.

-De acuerdo.- dije dándole un beso en los labios. Nos separamos y se dirigió al vestuario a darse una ducha.

Me sorprendió ver a Kayla y a mi tía Amy, no las había visto durante el partido. Kyle y yo subimos a su coche, mi tío Ethan, Carlo y Jack subieron en el coche de mi madre y mi tía, Kayla y Savannah fueron con el de mi tía. Una vez en el coche nos pusimos en marcha. Treinta minutos después llegamos a la playa. Miré a Kyle con el ceño fruncido.

-¿En la playa?¿Este es el lugar?- pregunté confusa.

-No, este no es el lugar dónde te quiero llevar, es en otro sitio pero aún es pronto y quiero aprovechar.- contestó

-¿Aprovechar, qué?- pregunté aún más confusa.

-Más tiempo juntos.- contestó. Hizo una pequeña pausa. -Y también para darte esto.- dijo dándome un regalo.

Lo abrí y me quedé asombrada. Era una cajita con dos pulseras de cordón trenzado con el signo infinito. Una de color rosa y uno de color negro.

-¡Kyle es precioso!- dije emocionada. -Tú y yo para siempre, toda una vida no es suficiente para un amor infinito.- leí con lágrimas en los ojos de felicidad.

-Sí, lo sé es muy cursi.- dijo.

-Ahora que lo dices si que te has vuelto cursi últimamente.- dije burlándome.

-Muy graciosa.- dijo acercándose despacio. Mientras se acercaba, mirábamos nuestros labios, de repente cogió la cajita y sacó las pulseras, cogió la pulsera rosa.

-Dame tu brazo.- dijo con la pulsera en la mano.  Extendí mi brazo izquierdo y me la puso en mi muñeca. Sacó la otra y me la dio. -Ahora pónmela tú.- dije. Se la puse.

Esta vez sí que me besó. Nos besamos despacio pero empezó a ser más apasionado. Nos separamos por falta de aire y encendió el motor.

-Ahora sí que tenemos que irnos.- dijo Kyle. Nos pusimos en marcha, una hora después llegamos a una cabaña.

-¿Por qué me suena está cabaña?- pregunté confusa

-No sé.- dijo . -Ponte esto.- dijo.

-¿Un antifaz para dormir?- pregunté confusa.

-Tú sólo póntelo.- dije. Me lo puse, veía todo negro, oí como Kyle bajaba del coche y abría la puerta del copiloto.

-Dame la mano.- dijo cogiéndome la mano.

Amor InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora