ℍ𝕖𝕣𝕖𝕕𝕖𝕣𝕒 𝕕𝕖𝕝 𝕀𝕟𝕗𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠 (𝕫𝕒𝕥𝕫𝕩𝕥𝕦)

CAPITULO 1

—Han pasado quince años ya, Micté— Dijo el dios Mictlán desesperadamente—La niña que enviaste a Teca debe ser sacrificada.

—Y asi se haran las cosas, mi amor— Dijo la diosa tocando el brazo de su esposo— Solo debes mandar a alguien por ella.

El dios de la guerra paso la vista por todos los presentes.

—Zatz, principe de los murciélagos, traeras a la princesa Teca, aqui al inframundo— Dijo el dios seriamente.

—Lo hare, mi señor— Dijo Zatz quien se encontraba a lado de su padre.

—Pero no iras solo, alguien debe acompañarte.

Todos callaron y nadie se ofrecio, hasta que las puertas se abrieron.

—Yo lo hare— Dijo una chica entrando a la sala.

Una capa cubria su vestido negro y la capucha de la capa cubria el rostro de la chica.

Todos se miraban confundidos hasta que la diosa Micté hablo.

—¿Quien eres, querida?

—No puedo creer que no reconozcas la voz de tu propia hija, madre— Dijo Perséfone quitandose la capa— Seis años y olvidas la voz de tu hija, eso es decepcionante.

Murmullos cruzaron la sala, hace seis años, Micté habia enviado a Perséfone con la Catrina para que estuviera alejada del inframundo.

Solo que Perséfone habia escapado de la Catrina y habia llegado a Xibalba.

—No deberias estar aqui— Dijo Micté levantandose de su asiento.

—¿Por qué todos me ven sorprendidos? No soy la hija bastarda o al menos eso creo...

—Te envie con tu tia para que ella te cuidara— Dijo Micte enojada.

—Y yo seguire recordandole a medio inframundo que me obligaste a irme, madre. Pero ¿Qué creen? La Diosa de la Oscuridad esta de vuelta.

Micte miro a Mictlán.

—La verdad es lo justo, pero... solo dejen sus escandalos para despues— Dijo el dios de la guerra— Vayan por la niña Teca.

Perséfone y Zatz salieron de ahí.

—Iremos juntos— Dijo el albino tendiendole la mano a Perséfone— Subiremos a colmillo.

La castaña tomo la mano del albino de mala gana, pero dejo que la ayudara a subir.

Colmillo fue rapido y al estar por llegar fue disminuyendo el paso.

—¿Te comio la lengua el gato, Perséfone?— Pregunto Zatz mientras colmillo seguia andando.

—No contestaste mis cartas, los ultimos años— Dijo la castaña algo cortante.

En cuanto la diosa Micté la llevo a la Catrina, Perséfone le escribia a Zatz una carta cada semana, los primeros dos años el contesto, pero despues no...

—Tu madre me encontro mandandote la carta, Perséfone, aparte...

—Acat y tu se conocieron—Termino la castaña por el— Se la historia de ambos, Zatz. Ella se la pasaba escribiendome para decirme de ustedes.

Perséfone recordo que habian cartas de Acat que incluso regresaba.

Colmillo se detuvo y Perséfone hizo aparecer su casco.

—Estamos por llegar— Dijo la chica.

Unos momentos antes de llegar al reino, el volcan detras del palacio rugio dando la entrada a aquel lugar.

Al llegar, el albino toco un cuerno, haciendo su llegada definitiva.

Al bajar colmillo, Zatz ayudo a Perséfone a bajar, quien solo tenia los ojos puestos en la princesa Maya.

-Gran Rey y Reina de Teca, permitanos presentarnos- Dijo el principe quitandose su casco, - Soy Zatz, el principe murciélago.

-Y yo soy Perséfone, la heredera del infierno y la diosa de la oscuridad— Se quito su casco y dejo caer su cabello.

Se escucharon chiflidos y suspiros, ante aquella presentación.

-¿Una Diosa?- Pregunto Maya a su padre.

-Asi es, y de las más poderosas.

-Ella es hija del dios de la guerra- Dijo uno de los hermanos de Maya, haciendo que Perséfone asintiera.

-¿Por qué estan aqui? No hemos hecho nada más que alabar a los dioses- Dijo la reina Teca.

-Porfavor, permitanos llevar a la princesa Maya al reino del inframundo, y ya que estemos en el inframundo, la princesa Maya será sacrificada- Dijo la diosa, pasando su vista de la reina a Maya.

-Ademas, la diosa Micte, la verdadera madre de Maya, le dara la bienvenida a la muerte infinita- Termino de hablar Zatz.

Perséfone dio un leve golpe a su frente, esa era informacion para guardarse.

Ambos chicos vieron como fue que el Rey Teca se preparo para pelear al igual que sus hijos.

-Permitanos escoltar a la princesa Teca, y nadie sufrira ningun daño, pero si se resisten, les juramos, que todos moriran- Dijo la diosa mirando a los presentes.

-En el nombre de Teca ¡Ataquen!- Grito el rey.

Perséfone volteo a ver a Zatz, quien solo la miro de mala manera.

La diosa hizo aparecer dos espadas para ella.

-Queria hacer esto facil- Dijo Perséfone para despues esquivar una daga.

Ese fue solo el comienzo ya que Zatz, toco el cuerno haciendo que el volcan rugiera de nuevo, llamado para dos gigantes de piedra.

Los tres hermanos saltaron en direccion a la diosa, quien esquibaba sus golpes y los regresaba al mismo tiempo.

Luego dos de los hermanos se fueron directo a Zatz, dejando a Escudo con la diosa.

...

Los otros hermanos se dirijeron a la diosa.

Al verla Zatz lanzo dos dagas las cuales ella atrapo, y las tiro de nuevo hacia los hermanos, quienes no dejaban de alabar sus tacticas.

Comentarios que a Perséfone le hacian gracia, eran comentarios que hacian enojar a Zatz.

-Suficiente- Dijo el principe murcielago tirando el escudo hacia los hermanos.

Los hermanos calleron y Perséfone subio a colmillo, para que despues Zatz hiciera lo mismo.

-¿Es todo lo que tienen los dioses?- Pregunto el Rey Teca, ganandose gritos y apoyo de la gente.

-No pelearemos con usted Rey Teca- Dijo Zatz- Esta claro que esta herido.

Zatz subio al puma, sentandose atras de  Perséfone.

Al ver que todos la observaban Zatz paso los brazos alrededor de la cintura de la chica.

-Estoy segura de que no quieres perder el otro ojo- Le dijo Perséfone a Zatz en un tono tranquilo, haciendo que el albino quitara los brazos.

-Hay que regresar- Dijo el albino, y ambos se pusieron sus cascos de nuevo- Nos veremos luego princesa Maya.

Esto ultimo Zatz lo dijo de una manera diferente el cual hizo que la castaña se sintiera incomoda.

-¿Qué? ¿Celosa?- Dijo Zatz mientras salian de ahí.

-Ya entendi Zatz- Dijo Perséfone molesta.

Llegaron a donde los esperaba Mictlán.

Entraron, todos los dioses estaban mirandolos, Perséfone miró a Mictlán quién solo miraba a Zatz.

Al llegar ante el Dios de la Guerra, ambos se inclinaron hacia el.

-Ya esta hecho Dios Mictlán- Dijo Zatz observandolo.

-Todo el ejercito Teca viaja hacia el bosque sin fin, padre...