Capitulo 8

1.4K 146 17
                                    

Cuatro meses de embarazo llevaba la diosa ya, nadie sabia nada.

Bueno solo Ares y Hestia...

Nadie mas...

Ni siquiera Zatz...

Perséfone descansaba en su habitación, o al menos eso pensaba ya que Ares entro a su habitación.

—Pense que dormias— Dijo el dios sentandose en la cama de la diosa.

—Pensaste mal entonces— Dijo Perséfone, con su sonrisa falsa.

Su vientre había crecido un poco mas, ya no usaba su tipico traje que usaba antes.

—El dios Mictlan a estado buscandote— Dijo Ares despues de un rato.

—No hablare con el— Empezo a decir Perséfone— Esto se va notando aun mas, ahora debo usar vestidos por lo mismo, solo imagina la cara de mis padres si me ven entrando con el vientre crecido.

—No creo que lo noten.

—Mis padres no son tan idiotas como Hestia y tu.

—Grosera— Dijo Ares pasándole un vaso con un liquido a la diosa.

—¿Qué es eso?— Pregunto la castaña viendo el interior del vaso.

—Digamos que Hestia cada vez esta experimentando mas pociones para ver cual oculta tu vientre.

—Le dije que no lo hicera mas, Ares— Dijo la diosa con una mueca.

—Ella es mas terca que tu, Perséfone.

—No beberé...

—Entonces tendras que hablarme de los sentimientos que siguen dentro de ti.

—No se de que hablas.

—No soy tan idiota como piensas— Dijo Ares haciendo que la diosa solo sonriera— Dime Perse, ocupas hacerlo.

—No sabes cuantas veces he intentado salir de esta habitación para hablar con él, Ares—Dijo la castaña— Pero se que el tambien quiere hacer lo mismo.

—¿Por qué lo dices?— Pregunto el dios.

—Porque todas las noches hay un murcielago frente a mi ventana observandome mientras duermo.

Perséfone dio un trago al liquido.

Y funciono. Su vientre empezo a esconderse de nuevo.

—Funciono— Dijo la diosa sonriendo, no podia creerlo— ¡Ares funciono!— Repitio la castaña y lo abrazo.

—Debo decirle a Hestia—Dijo Ares cuando se separaron del abrazo.

—Sus dias de bruja se acabaron— Ares rio y abrio la puerta para salir— Ares, gracias.

El dios solo asintio y salio de ahi.

Perséfone miro su vientre ya escondido y solo volvio a sonreir.

Haci Zatz no sospecharia de un embarazo, nadie lo haria.

O al menos eso pensaba, ya que habia un murcielago en la ventana.


ℍ𝕖𝕣𝕖𝕕𝕖𝕣𝕒 𝕕𝕖𝕝 𝕀𝕟𝕗𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠 (𝕫𝕒𝕥𝕫𝕩𝕥𝕦)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora