ℍ𝕖𝕣𝕖𝕕𝕖𝕣𝕒 𝕕𝕖𝕝 𝕀𝕟𝕗𝕚𝕖𝕣𝕟𝕠 (𝕫𝕒𝕥𝕫𝕩𝕥𝕦)

Capitulo 15

Ares abrio la celda de Perséfone y esta salio estirandose para despues abrazarlo.

—Soy libre— Dijo la castaña con una sonrisa en la cara.

—Nadie es libre en este mundo, Persé, nadie lo es— Dijo Ares mirando fijamente a la diosa.

Ambos se miraron, nadie dijo nada, nadie hizo ruido, todo era silencio.

La diosa comenzo a pensar en que le diria su madre al dios Mictlán.

—Tienes que preparar tus cosas, Persé— Dijo Ares de forma tranquila.

—¿Tienes? Querrás decir tendremos, tu también iras— Comenzo a decir la diosa.

Ares solto un suspiro y luego abrio la puerta, para de esa manera salir por sus cosas.

Perséfone entro a su habitación y lo primero que hizo fue ducharse, ya que digamos que los dias en esa celda, fueron malos.

Al cepillar su cabello en frente del tocador de hueso, abrio una cajita en la cual estaba el anillo que Zatz le habia dado antes de irse.

*Recuerdo*

—Me tengo que ir mañana por la noche, Zatz— Empezo a decir la castaña.

Zatz y ella se encontraban sentados en la rama de un arbol.

—Mi madre quiere que vaya con mi tia, La Catrina, solo para protejerme de lo malo— Siguio diciendo la chica.

—Tu madre no deberia preocuparse, ella sabe que un verdadero hombre te cuida— Dijo Zatz mirandola.

—Eso quisieras, Zatz— Comentó Perséfone de manera burlona.

Ambos chicos callaron un momento y miraban las estrellas.

—Persé quiero darte algo...— Dijo sacando una cajita.

El albino puso la caja entre las manos de la castaña y esta la abrio.

Dejando a la vista un anillo de amatista.

EL ANILLO ERA ALGO ASI

—Es hermoso Zatz— Dijo la diosa poniendose el anillo.

Luego volteo a verlo y el tambien la miro.

—De esa manera siempre que lo uses, será como si siempre estuviera contigo.

(Y AQUI ES CUANDO LA AUTORA SE IMAGINA A TOD@S LOS LECTORES COMPRANDO UN ANILLO DE AMATISTA, JSJSJSJS)

— Lo usares siempre....

*Actualidad*

—Lo usare siempre...— Murmuro Perséfone poniendose el anillo.

Despues de preparar lo que se llevaria, Ares y Perséfone fueron a la entrada del "Palacio" de Mictlán, lugar donde estaba la diosa Micté.

—No puedo creer que estuve chinge y chinge, en que me dejaras regresar y ahora me voy— Dijo la castaña cuando llego a donde su madre se encontraba.

—Yo tampoco puedo creerlo aún— Dijo Micté tomando las manos de su hija.

—En fin, la hipocresía— Dijo Ares interviniendo.

Micté sonrio y Perséfone solo le dio un leve golpe en el hombro a Ares.

—Cuidate niña mia, y si no puedes quedarte mucho en Teca, regresa con la Catrina y Xibalba.

—Lo hare, madre— Dijo Perséfone.

—Cuidala Ares, ella es tu responsabilidad ahora...

—¿Cuál fue el mal que yo hize?— Pregunto el dios reclamando una respuesta.

—No hiciste nada malo solo...

—¡ARES! ¡PERSÉFONE!— Se escucho la voz de Zatz al otro lado del pasillo.

Ares y Perséfone se voltearon a ver.

—Deben irse— Dijo Micté rapidamente.

El albino empezo a correr hacia ellos, y Perséfone solo cerró los ojos.

—Te amo, Zatz...— Dijo la diosa antes de que ella y Ares desaparecieran para ir a Teca.