Nuevo Orfanato.

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En una noche nevada, una pequeña niña nació, el seis de enero dio la bienvenida a una pequeña con hermosos ojos azules, pero no todo era felicidad, su padre la dejo frente a las puertas de un orfanato y lo único que dejó con ella fue dos anillos y una nota con su nombre.

Calliope Grindelwald.

La pequeña Calliope lleva en ese Orfanato cinco años, pero en este día la transferirán a uno nuevo, ya que están cerrando, están al límite con los niños y sin fondos.

-Muy bien cariño, este es el adiós. -la monja acaricio su rubio cabello. -Recuerda ser una niña buena. -beso su frente.

La pequeña niña observó como la mujer que la había cuidado se iba y sabía que no la volvería a ver.

-Vamos cariño, vamos dentro para que juegues con los demás pequeños. -la mujer tomo su manita y entraron.

Al llegar al cuarto de juegos, nadie le prestó atención cuando la presentaron, solo un niño de cabello negro la observó, la pequeña niña se fue a una esquina y de su mochila saco sus juguetes; soldaditos, carritos y unas serpientes, el niño observó como ella se ponía a jugar con sus pocos juguetes, se acercó poco a poco y se sentó de frente a ella.

-¿Y tus muñecas? -pregunto mirando su juego.

Callie levanto un poco la mirada, lo observó en silencio y negó.

-No tengo, no me gustan. -murmuro y siguió en su juego.

-Si usas ese carro llegarás más rápido. -lo tomó y lo comenzó a acercar. -¿Cuál es el tesoro? -se detuvo para verla.

-Venganza para los que abandonan. -dijo con una sonrisa.

El pequeño niño sonrió complacido por su respuesta.

El no entendía el porque se había acercado a ella, algo lo llamaba, algo le atraía de ella, le había llamado la atención que no se acercara a ninguna niña, simplemente se fue a sentar en un lugar apartado y se dispuso a jugar sola.

-Niños es hora del almuerzo. -la misma señora que la había presentado les aviso a todos.

Callie recogió y guardo sus cosas dentro de su mochila; el niño se había levantado ya, pero cuando ella se puso de pie y camino hacia la puerta, lo vio ahí esperándola.

-Mi nombre es Tom, Tom Riddle. -la miro un segundo y comenzó a caminar.

-Yo soy Callie. -dijo siguiéndolo.

Un niño mayor pasó corriendo, golpeando a Callie, ocasionando que ella cayera al suelo, Tom lo fulminó con la mirada, haciendo qué el mayor sintiera miedo por lo fría y vacía que está se veía; Tom se acercó a Callie y la ayudo a ponerse de pie.

-Debes tener cuidado con los mayores, son unos idiotas con los más chicos. -dijo y metió la mano de la chica al bolsillo de su saco.

Ella no dijo nada por su acto, solo dejo ahí su manita.

-Gracias Tom.

Al entrar al comedor, todo el mundo se quedó callado y sorprendido; Tom Riddle estaba hablando con alguien y no solo hablando, permitía que alguien lo toque.

¿Porque la niña nueva? ¿Que hay de especial en ella?

Tom apenas noto las miradas, con una solo expresión todos bajaron la cabeza, Callie noto aquello, no le tomo mucha importancia, lo único que abarcaba su mente es que por fin tenía un amigo, en su otro hogar era odiada y golpeada; nunca supo la razón, solo sabía que no la querían.

-No comas eso Callie. -Tom le quitó el pan de las manos.

Callie lo miro con duda, pero el no dijo nada, solo le dio un paquete de galletas.

-Gracias Tom. -le sonrió y siguió con su comida.

Aquello fue aún más impactante para todos, ¡Tom Riddle cuidando de alguien más!

¿Pero que es lo que tenía aquella chiquilla para que eso ocurriera?

A partir de ese momento no se les volvió a ver solos, a dónde iba Tom, iba Callie y viceversa; siempre estaban juntos y pobre del que se metiera con su pequeña de ojos azules.

Dos años después

-Tommy, mira que...-se quedó callada al no ver a su amigo, en su lugar estaban las niñas mayores que la solían molestar.

-Miren que trajo el viento. -se burló Gianna.

Callie solo suspiro y fue a sentarse para comenzar a dibujar.

-¿Y tú perro guardián? -pregunto con burla Vanya.

En ese segundo se quedó quieta como piedra, Callie podía soportar que la lastimaran a ella, pero no que se metieran con su amado amigo.

-No.lo.llames.asi. -la fulminó con la mirada.

Las niñas sintieron miedo, pero no las detuvo.

-Vamos perrita, con solo siete años ya le abriste las piernas, pero que rápida. -fingió sorpresa Melody.

El mueble detrás de las chicas comenzó a temblar, pero cuando Callie llevo su mirada hacía las chicas, este cedió, cayendo sobre ellas, solo dos reaccionaron rápido la otra...no y su pierna sufrió las consecuencias.

El grito desgarrador que se escuchó por todo el lugar hizo que llegarán rápido los adultos y al encontrarse con aquella escena, se horrorizaron, una profesora saco a Callie y los demás comenzaron a tratar de levantar el mueble.

Callie corrió hasta el cuarto de su amigo y ahí comenzó a dar vueltas; no entendía como había hecho aquella cosa, una parte de ella se sentía mal por lo que ocasionó, toda esa sangre de la chica y la otra parte, está saltando de alegría, nadie insultaba de esa manera a Tom.

-Callie.

Giro al escuchar su voz.

-Tommy. -murmuro y se lanzó a abrazarlo.

Tom le acarició el cabello, el había visto todo, estaba en la esquina de la habitación cuando todo ocurrió.

-Melody se lo merecía, hiciste bien Callie. -acaricio su espalda.

Ella asintió y lo abrazó con un poco más de fuerza, si el decía que estaba bien, es porque así era.

Nadie puede meterse con alguno de ellos sin consecuencias.

Goodbye Agony (Tom&Callie)Where stories live. Discover now