Reacciones de los personajes de Tokyo Revengers al verte usando una prenda/accesorio de alguien más.
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Rindou y tú se verían en la plaza comercial, cuánto lo viste llegar, corriste hacia él. —Rindou ¡por aquí! — lo saludaste elevando tu mano para que te viera.
Cuando Rindou escucho tu voz, volteó hacia dónde te encontrabas, te veías tan linda, llevabas puesto un vestido que te había regalado él y... una especie de ¿saco? que se te veía algo grande para ti. Él inmediato supo que le pertenecía a un chico.
Rindou realmente no era muy expresivo físicamente, pero esta vez sentiste su saludo especialmente seco. —¿te pasa algo?— le preguntaste. —estás muy serio.— le dijiste haciendo un puchero.
—¿Y me lo preguntas? ¿De verdad?— contestó irritado volteando la mirada y metiendo sus manos en las bolsas de su pantalón.
Te reíste ante su acción, conocías esa voz y posición de desagrado. Algo le estaba molestando.—¿Qué le pasa a mi pequeño Haitani? ¿Está de mal humor? — te acercaste a él colocando tus manos en su pecho, y dejándole pequeños besos en sus labios.
—Pff, sabes que contigo no puedo enojarme de verdad, pero ni con tus chantajes podrás evitar que le rompa un par de huesos a ese tipo.— dijo en una mezcla de sentido y enojado.
—¿Cómo que de qué?—Rindou te acercó más a él, recargando su cabeza en tu hombro, para evitar que pudieras ver lo vulnerable que se veía en ese momento , debería estar enojado y averiguando su nombre, pero ahora sólo quería asegurarse de que él era el único para ti.
—Estoy hablando enserio, le romperé los huesos lentamente, jugare con ellos hasta aburrirme , y si no quedo satisfecho, invitaré a mi hermano también.
—¿De quién estamos hablando Rin?— preguntaste sin más extrañada.
—Del dueño de 'esto' por supuesto .—jalo un poco de la prenda.
—Rin, yo soy la dueña de ESTO, y es un blazer. — volteaste a verlo. —¿Qué? ¿Esto es tuyo?— Rindou retrocedió y desvió la mirada.
—Tu siempre te vistes bien, es raro que no lo sepas. Espera...¿creías que usaba la ropa de alguien más? —comenzaste a reírte.
—¿De verdad harías eso si usara algo de alguien más? ¡Qué miedo Rindou, tus celos no te dejan pensar! Pero te perdono solo porque te ves tierno así.— comenzaste a molestarlo.
—Cállate, y vamos por algo de comer.— te tomó del brazo, y te jalo para caminar, no te dejaba ver su rostro pero sabias que ahora mismo, Rindou Haitani estaba sonrojado.
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