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Capítulo 52: Sólo un ensayo.

22 de Agosto del 2017.

Ruggero P.

Algunos sí nos levantamos a veces con toda la voluntad de empezar el día con el mejor humor...

Frunzo mi ceño mientras veo a través de mi retrovisor como Valentina hace alguna maniobra para estacionarse en el lugar del frente ¿qué hace?. Negando apago el motor y recojo todas mis cosas para bajarme. La rubia en serio que tiene un trauma en cuanto a conducir, justo ahora que intenta hacer algo tan sencillo como estacionarse en vertical con una entrada amplia parece dudar, y sabrá Dios porqué esta retrocediendo ahora cuando perfectamente puede encajar entre esos dos autos, ella se merece el premio a la peor conductora del mundo.

Pero como estaba diciendo anteriormente: yo hoy me desperté con toda la voluntad de tener un buen humor.

...pero es difícil mantenerlo cuando tú amiga que conduce del asco parece olvidarse de los límites y termina chocando tú auto.

¡Ehi, attenzione! —exclamo cerrando mi puerta al salir y palmeo su baúl—. ¡¿Qué carajos haces Valentina?!

Frena su auto en seco y en cuestión de segundos sale del lado del conductor pálida y con sus ojos abiertos como un par de bombillas—. ¡Lo siento!

Negando me inclino a ver el daño que sólo se trata de un rayón negro, no tan grave pero se ve que está allí. Respiro profundo.

—¡No me di cuenta!

—¿Cómo no vas a ver mi auto? Encima ¿qué hacías dando reversa?

—Si te ví, ósea no pero sí, es que no me avisó la pantallita que estaba tan cerca y le di para atrás porque sentía que estaba entrando muy cerca del otro auto y no quería rozarlo.

—¡Y chocaste el mío!

—¡Sólo fue un rayón!

—Conduces como el asco —señalo y ella pisotea frustrada.

—¡Sé que conduzco como el asco no tienes que decírmelo, lo sé! —se irrita—. ¿Crees qué me gusta? ¡Es lo más estresante que existe!

—¡Pues no lo hagas!¡Eres un peligro para la sociedad!

—¡Ojalá yo no volver a conducir la puta madre! ¡Pero papá me obliga y se niega a traerme al set...! ¡¿Y sabes qué?! ¡¿Tú qué opinas cómo conduzco o no?! —abre la puerta trasera y saca sus cosas del auto de la forma menos delicada y azota la puerta rodeando el auto —. ¡Al demonio! ¡Ve y estaciona tú el maldito auto!

Tardo como cinco segundos en procesar que la rubia maniática se ha ido al set dejado el auto encendido en medio del estacionamiento bajo mi responsabilidad. Vuelvo a respirar profundo y conteniendo mis ganas de hacerle un rayón tan hermoso como el mío a su auto voy y lo estaciono en su lugar. Lo abandono guardando las llaves en mi bolsillo luego de encenderle su alarma.

Mi buen humor ahora depende de un hilo y me pregunto cuándo será el santo día en que llegue a este set sin presencia algún espectáculo caótico.

Ingreso a las instalaciones del set haciendo mi camino hasta la cafetería para ir por un té, cuando lo tengo en manos continuó mi recorrido hasta el área de camerinos. Como de costumbre voy saludando a todas las personas con las que me cruzo, salgo del ascensor transcendiendo el pequeño pasillo que lo separa de la entrada. Me detengo a leer el mural donde suelen dejar nuestros horarios, numero de escenas y localización del día; tengo las primeras escenas del día.

Me voy hasta mi camerino, abro la puerta y me quedo inmovilizado bajo el marco. Jorge esta sentado sobre el tocador con el rostro empapado en lágrimas, está agitado y creo verlo temblar un poco mientras Chiara ubicada entre sus piernas sostiene su rostro entre sus manos murmurando cosas para que se calme. No tengo que pensar mucho para saber lo que está sucediendo, así que en completo silencio vuelvo a cerrar la puerta dejándolos solos.

Las Consecuencias De Amarte.Onde histórias criam vida. Descubra agora