Capítulo 63: ¡Luz, cámara y adiós!
12 de Diciembre del 2017.
Karol S.
Con mis ojos cerrados repito los textos de mi libreto para asegurarme de tenerlos más que aprendidos. Anoche estuve ocupada estudiando para un examen y no tuve mucho tiempo para estudiar mis líneas así este es mi enfoque de ahora.
Siento el lado libre del sofá hundirse, estoy en la área común de los camerinos aprovechando todo el silencio y soledad del piso mientras espero a que vengan a buscarme para grabar. Abro uno de mis ojos para descubrir a mi invasor de espacio y veo a Jandino.
—Hola bonita.
—Hola Jandi —respondo relajada terminando de abrir mis ojos.
—¿Estás ocupada?
Obvio que lo estoy ¿a caso no me encontró con el libreto en las manos y los ojos cerrados repitiendo mis textos como si invocara a un ser divino?
—No ¿qué pasó? —decido ser amable. Al menos sí tengo mis textos aprendidos.
—Nada. Sólo quería hablar contigo —admite jugando ansiosamente con el pañuelo en su muñeca.
—¿De algo específico o sólo hablar...? —tiento dudosa.
—Sólo hablar —simplifica y asiento lentamente—. Casi no nos hemos visto.
—No, la verdad —coincido acomodándome en el sofá—. Estas semanas han estado tremendas. De milagro estoy acá sentada porque me tienen de un lugar a otro grabando.
—Y sí, ya veo lo ajetreado que es estar grabando los últimos capítulos.
—Muy ajetreado —afirmo.
Espero una repuesta más pero él se estanca viéndome con una sonrisa media boba, aclaro mi garganta.
—¿Tengo algo en la cara? —intento bromear.
—De hecho sí quiero hablar contigo sobre algo.
—¿Ah si? ¿Y sobre qué?
Así mismo Karol, síguete echando la soga al cuello .
Él parece estar tomando fuerza y valor para soltar lo que he ignorado estos meses e intuyo lo que puede decir. Mi estómago se comprime en un nudo y comienzo a ejercer mi religión pidiendo que no sea lo que creo.
—Me gustas Karol.
Mi-er-da.
—...me gustas y no puedo guardármelo más aunque creo que era un poco obvio ¿no? —ríe nervioso mientras sufro una crisis interna que me tiene paralizada con los ojos abiertos como dos bombillas—. No sé si te lo han dicho antes pero eres difícil de ignorar, eres una chica muy bella y talentosa, eres buena y yo simplemente no pude ser inmune a ti.
—Me gustan las chicas —suelto impulsivamente.
Eso si es una jugada sucia; sacar tu carta lésbica para escapar de esta situación .
El rostro se le descompone—. ¿Qué?
—De verdad me siento halagada de que me veas de esa forma y que te guste pero, pero no estoy interesada en una relación Jandino. Y tú, tu eres un chico increíble con un buen corazón y me jode no poder corresponderte pero.... No eres mi tipo... Digo, sí, pero no, el problema no eres tú, soy yo ¡¿okey?!
Antes de seguirla cagando más me callo y presencio la amargura invadir su rostro junto a la ironía. Ahora mismo quiero que la tierra se abra y me trague.
