Mamá, no te vayas

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-Juro que si lo veo le parto la cara! - Hablaste demasiado enojada, mientras te arreglabas para ir al orfanato.

-M.. Mamá... No.. T.. Te enojes - Intentaba calmar Shinichiro.

Si su madre estaba así.... Esperaba que la reacción de Izana no fuera la misma.

-Cariño... Espero que este sea el último niño porque si me entero de un quinto juro que busco a tu padre y haré lo que no hice en los años de matrimonio que tuve con el - Hablaste enojada.

-Mamá... De eso quería decirte... El no tiene nuestra sangre... - Cuando Shinichiro le dijo a su madre sobre un nuevo integrante y al ver la confusión en ella, le dijo que tenían otro hermano. La mujer no lo dejó terminar pues se empezó a alistar sus cosas para ver al niño. - Pero es hermano de Emma... Sin compartir sangre claro... Pero vivieron juntos... Y.. - ya no sabía que decir ante la mirada molesta de su madre.

-Shinichiro... Ponte los zapatos y en lo que vamos aya me contaras todo... - Te dolía la cabeza tu hijo era demasiado lento - No te pregunte si comparten sangre... Es tu hermano no? - estabas un poco confundida pero ese niño no tenía la culpa de nada.

-SI! -

Les dejaste una nota a Emma y a Mikey para cuando llegaran de casa del abuelo, no se preocuparan al no ver a los mayores del hogar.

-Izana tienes visitas-habla una de las mujeres encargadas del lugar.

-Debe ser Shi-nii! - Habla feliz Izana a Kakucho. El pequeño peli blanco corrió feliz a la sala de visitas.

-Shi-nii! - Grita feliz al abrir la puerta y ver a su hermano hay. Pero esa sonrisa se quito al ver que a lado de Shinichiro había una mujer con un vestido azul y el cabello amarrado en un moño que lo miraba con una pequeña sonrisa.

-Tu debes ser Izana... No? - Fuiste la primera en hablar.

-.... Eh?... - dijo el pequeño Izana. Con una mirada extrañada.