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Antes de iniciar, debo decir que ya no quedan muchos capítulos para el final de esta bonita historia y solo quería agradecerles por que la lean y los bonitos comentarios que dejan.

También quería decir que estoy haciendo una historia de Manjiro como padre soltero, al principio pensaba hacerla como, una segunda parte de esta historia pero al final creí que mejor no por una sencilla razón.

Si hago eso esta historia no sería terminada en poco tiempo y quiero darle un buen cierre a esta historia espero y lo entiendan.

Y sería muy feliz que me apoyarán en mi próxima historia.

Bueno comencémos!!!

Era navidad.

Todas las calles estaban muy bien decoradas todas las familias estaban pasando un buen rato.

Y la tuya no era la excepción.

-Mamá... - Habla un dormido Mikey abrazándote desde la espalda.

Todos los años te levantabas muy temprano para poder hacerles un buen desayuno a tus hijos y este año no era una excepción.

-Buenos días amor - Le hablas con una sonrisa - Puedes despertar a tus hermanos por favor? - Le preguntas a lo que el rubio asiente dormido.

Cúando viste que salió de la cocina, tomaste rápido tu teléfono para llamar a alguien.

Tu suegro.

-Bueno? - Pregunta la voz del mayor de los Sano.

-Buenos días señor Sano ¿Cómo ha estado? - Preguntas mientras hibas poniendo toda la comida en la mesa.

-Oh, t/n eh estado bien - Habla la voz tranquila del hombre - ¿Pasa algo? - Pregunta.

Tu sonreiste, siempre fue muy perspicaz contigo.

-Bueno... Quería saber si esta libre en la tarde... O noche para poder hablar - Hablas con un poco de duda, sentías tu corazón retorciendoce del dolor.

-Estoy libre a las 8.. ¿Pasa algo con los niños? - Pregunta con un poco de duda.

-Bueno... De eso quería hablar pero quiero hacerlo en persona... ¿puede? - tu voz titubeó un poco.

-Claro aquí te espero -

Y con eso la llamada se colgó.

Suspiraste con cansancio.

Pero rápido pusiste tu sonrisa al ver como los tres adolescentes entraban a la cocina con sus pijamas y todo desordenados.

-Bueno ¡coman! Me esmere este día!! - Hablas con una risilla.










Caminabas hasta llegar a la casa Sano.

La puerta estaba abierta así que entraste. Con paso tranquilo entraste a la casa que de memoria sabías.

-Buenas noches abuelo - Hablas con una pequeña sonrisa al ver al señor Sano leyendo el periódico en la sala, al verte dejó su periódico a un lado y te miró.

-Es bueno verte t/n - Habla el anciano con una sonrisa - Ven pasa y siéntate -

Hiciste caso y te sentaste frente a él con una leve sonrisa, ambos se quedaron en silencio un momento hasta que el hombre fue el primero en hablar.

-Bien, dime ¿De qué querías hablarme? - Pregunta el hombre mirándote.

Tu te quedaste callada, sentías un nudo en la garganta.

-Bueno... Quería pedirle un favor... Aunque se que no estoy en una posición para pedirle algo-Hablas seria con la mirada gacha.

-No digas eso, eres la madre de mis nietos y mi nuera, haré lo que deseas-Habla el hombre serio mirándote.

-Ahh.. - Suspiraste leve para levantar tu mirada - Bueno hay algo que debo pedirle... - tu mente era un desastre pero por el bien de los niños-Quiero pedirle... Qué si algo me llega a pasar cuide de los niños por mi-

El Sano se sorprendió para rápido preguntar.

-¿Pasa algo? ¿Estas en problemas? - Pregunta el sano y con duda pregunta - O...ya no quieres cuidarlos? -

-No es eso!! - negaste rápido - Solo.. Siento que algo malo pasará... Es por eso que quiero asegurarme de que estarán bien - sentías que las lágrimas en tus ojos querían salí - por Favor... Se lo pido.

El hombre te miró en silencio durante unos segundos.

-SI... Algo te llega a pasar no te preocupes... Yo estaré para ellos. - Habla el hombre mirándote. - Son mis nietos después de todo.-

-G..Gracias - Tus lágrimas salían a cántaros - Mu.. Muchas gracias... -

Y con eso la conversación se cerró...



La última que tendrían....



Mientras la batalla de Navidad en aquella iglesia iniciaba...

Quedaba menos tiempo para t/n.

Debia aprovechar lo que quedaba.

Ella lo sabía.

Mamá, no te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora