Capitulo 8:El secreto de Hanna y Ciara.

25.6K 1.4K 257
                                    

(Reproducir la canción de watch—billie eilish)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Reproducir la canción de watch—billie eilish)

HANNA COOPER

Estaba sin ánimos de salir pero James es demasiado insistente que me pidió que saliera o si no armaría el mismo un alboroto en el departamento así que mejor decidí salir antes de que hiciera algo estupido.

—Vamos anímate cooper desde hace días no te veo y aparte ya me estás cambiando por Lea—dice haciendo un puchero como niño pequeño mientras caminaba de reversa frente  a mi.

—James ya te dije que no amanecí con ganas de vivir hoy y tú me tienes caminando con este frío—solté un poco de aire mientras reía por los pequeños tropiezos que daba James—Te vas a caer sabes si sigues caminando de espalda.

—Y te arrastraré conmigo si me caigo así ambos quedamos en ridículo.

—Estás loco— negue con mi cabeza mientras caminaba—tengo ganas de beber algo caliente.

—Uy caliente bebe caliente—soltó una carcajada mientras se incorporaba a mi lado.

—Eres un idiota—lo empuje por el hombro y me jalo hacia el haciendo que tambalee un poco.

—Todos sabemos que Hanna cooper es demasiado caliente—entrelazó mi mano con la suya y me dio una vuelta—o miento.

—Mientes—reí—yo soy inocente y no sé de esas cosas—me separé de él volviendo  a ponerme en mi lugar .

—Bueno haré como que te creo—levanto sus hombros mientras reía.

Nos callamos por unos segundos y empezamos a caminar observando todo a nuestro alrededor hasta que mis ojos se posaron en un puesto de chocolate caliente y corri hacia él como niña pequeña y detrás mío James me seguía.

—James cómprame uno plis—Le di una pequeña sonrisa mientras daba saltitos.

—No—negó

—James plis hago lo que sea pero cómprame uno—lo tome de los hombros mientras hacía unos ojos de cachorrito pidiendo comida.

Ríe

—Está bien pero me tienes que dar un besito aquí—apunto a su mejilla mientras sonreía.

Volqué mis ojos graciosa—Ok—empecé a dejar muchos besos en su mejilla y el solo reía por las cosquillas que provocaba.

—Bueno Bueno te lo mereces por obediente—apretó mi mejilla y sacó dinero de su bolsillo para entregármelo—que al mío le pongan malvaviscos.

Asentí y camine hacia al señor que vendía chocolate caliente el cual me sonrió amigablemente.

—Buenas noches señorita cuantos va a llevar—dice sonriéndome dulcemente.

—Me da dos y que ambos lleven malvaviscos.

Anillos y mentiras © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora