Capitulo 31: Un carro averiado y un problema en chicago.

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HANNA

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HANNA.

El día de hoy estaba muy agradable un clima Perfecto para pasar la tarde con alguien que aprecies, por ejemplo yo con mi novia la cual estaba de un humor estupendo.

—Maldito carro del diablo.—pateo la llanta.

—Tal vez pasaste por encima de un clavo o algo con púas.

—Tal vez.—camino de un lado a otro.—tenía que ser este día para que esto pasara enserio.

Ciara me quería llevar a una Laguna donde había un paseo en canoa y donde podías nadar con los peces. Admito que había buscado el lugar en internet y me di cuenta que el agua era cristalina. Podías darle de comer a los venados y conejos que habitan por ahí.

—Llamaré a una grúa.—camino hacia el interior del auto para buscar el móvil.

—Vi una película donde la chica seducía a algún conductor y se paraba.—la miré y Ciara se colocó sería.—tranqui sólo bromeaba.

—No harás eso.—metió medio de su cuerpo por la ventana para alcanzar el aparato.—esperaremos la grúa aquí.

Rechine los dientes.

—Bueno, pero lo puedes pensar eh.—corrí hacia el interior del auto.

—lo pensé y no.—Ciara empezó a escribir algo en su móvil y luego colocó su teléfono en su oído. No escuché ya que se alejo un poco.

Las llaves estaban en el tablero y podía prender el auto fácilmente para escuchar música pero simplemente me puse a tomarme fotos en mi móvil. No hacía calor ya que hacía un frío que era algo soportable .

—La grúa tardará una hora.—Ciara se subió a mi lado.—traje comida para esperar.

—La señal es pésima aquí.—apague mi teléfono.—y si nos comemos en la parte de atrás.

—Hanna contrólate.—solto una risita .—pero si quiero.

—Entonces si?.

Ciara miro a los lados y asintió. Solte un pequeño gritito antes de llegar hacia la parte trasera. La pelirroja se acomodó en el asiento y yo me subí sobre ella.

Era incómodo por el pequeño espacio que había.

—Ay que aprovechar hasta que venga la grúa.—asentí.

—Tenemos media hora.— la tome da la barbilla para dejar un beso en sus cálidos labios.

Ciara metió sus manos por debajo de mi camisa y las colocó por encima de mi cintura. Empecé a dar leves movimientos circulares encima de ella.

Solte un jadeo mientras mordía mi labio inferior.

—Sigue así.—sus manos apretaron mi cintura un poco para que continuara.

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