Capitulo 34: anillos y promesas.

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PARTE 2

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PARTE 2

LEA

La policía rodeaba todo el perímetro, los reporteros ya estaban hostigando a los policías para sacar información de este caso, aún no habia ni rastro de Hanna Cooper, y los camarógrafos tenían acorralado a James.

—Que eres de los Cooper?.—una reportera casi golpeaba con el micrófono a James.

—Hanna Cooper está muerta?.—un tipo más se acercó para preguntar.

James tenía la mirada en el suelo, podía sentir su frustración y las ganas de salir corriendo de ahí mismo, pero era imposible, estaba rodeado de cámaras y personas que hacían miles de preguntas.

Un policía llegó y tomó a James del brazo para sacarlo de ahí, los periodistas quisieron seguirlo, pero fueron detenidos por los de seguridad.

James le agradeció al policía y se separó de él, le di una pequeña sonrisa al ver que venía hacia a mi.

—Ven aquí.—extendi mis brazos para el, James rápidamente se aferró a mí como un niño asustado.

—Tengo miedo Lea.—apretó mi cuerpo hacia él, su cabeza ahora estaba en mi pecho, yo repartía caricias en su cabello.—Y si le pasó algo?.

Tome su rostro entre mis manos y repartí varias caricias, sus ojos azules estaban llenos de lágrimas.
Deje un pequeño beso en su nariz, James jaló mi suéter y se volvió aferrar a mi pecho, lo enrollé en mis brazos nuevamente, colocando mi barbilla en su cabeza.

Varios policías corrían de un lado a otro, y otros recorrían todo el lugar con armas, me quedé mirando la cabellera de aquella pelirroja que estaba con desesperación platicando con algunos policías, su mirada se encontró con la mía y se despidió de las personas con las que estaba y se acercó a nosotros, James se separó para mirar a Ciara.

—Sabes alguna noticia de ella?.—James preguntó con la voz entrecortada.

—Aún no.—Ciara trago en seco.—Dylan aún está platicando con uno de los policías para saber un poco más, pero fuera de ahí no se nada.

—Y de los disparos que se escucharon?.—Pregunté sin quitarle la mirada a la pelirroja.

—No saben todavía de dónde provenían o si hay algún herido.—asentí

Seguimos platicando un poco para calmar los nervios y la ansiedad que esta situación nos causaba, la noche ya se estaba haciendo presente.
En mi teléfono marcaban las 7:20p.m

Dylan llegó con un poco de comida china y cafés para nosotros, no quitaba la mirada de Ciara, la cual acariciaba el anillo que llevaba en su dedo anular, era igual al de Hanna.

—Ella estará bien.—me acerqué para entregarle una taza de café.—Cooper es demasiado fuerte y saldrá de todo esto.

Ciara tomó la taza y me sonrió de una manera sincera, sabía que ella en el fondo no me tenía ningún rencor ni yo a ella, al fin y al cabo yo sabía los sentimientos de Hanna hacia ella.

Anillos y mentiras © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora