Capitulo 23: La rubia sexy y...

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HANNA

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HANNA.

Estaba besándome con Lea debajo de las gradas del campo de fútbol americano, Sus manos recorrían mi abdomen y yo tomaba su cabello.

Ayer no pudimos terminar lo que empezamos en la sala del conserje ya que James empezó a llorar de que nadie lo quería y que se sentía mal por vivir demasiado lejos de su novia virtual. Así que nos quedamos con el hasta que se tranquilizo.

—Puedo?—Lea apuntó hacia a mi cuello y levante la Ceja en señal de a que se refería.—ósea puedo dejar marcas ahí.

Reprimí una sonrisa y asentí.

Lea llevo sus húmedos labios a mi cuello y empezó a morderlo. Soltaba jadeos que eran callados con su mano. Mire de reojo a uno de los chicos del equipo que platicaba con alguna chica que no parecía de la escuela, su cuerpo se me hacía familiar y su cabello era de un rojo fuerte. Estaba de espaldas sosteniendo un cigarrillo, me di cuenta que en su  brazo derecho había un tatuaje de alguna serpiente.

Iba a seguir analizando a la chica pero sentí el frió aliento de Lea en mis muslos. no se cómo había llegado hasta ahí.

Abrí mis piernas para darle acceso a que se metiera mejor. Aun no se por que la chica de cabello rojo me llamaba la atención, mire que se despidió de un abrazo con el chico y se colocó el casco para subirse a su motocicleta.

—!oh..Lea!—Enrede mis dedos en el cabello de la rubia al sentir como su lengua recorría mi muslo y subía hasta chocar con mis bragas.

Su dedo las movió hacia un lado y sentí su respiración en mi feminidad. Su lengua tocó un poco mi zona sensible y jadee por lo sensible que me encontraba.

Me concentre otra vez en el chico el cual ahora estaba fumando y miraba su teléfono, gemí fuerte al sentir la lengua de la rubia entrar en mi.

El chico al parecer me escucho que volteo a todos lados en busca de donde prevenía el ruido. Tape mi boca  con mi mano libre y el no le dio importancia ya que volvió a concentrarse en el aparato que estaba en sus manos.

Lea movía su lengua a un ritmo que era lento y que te mataba por dentro. Su lengua estaba algo fría y caliente a la vez.

—Lea sigue.—mire hacia abajo y no podía mirar a la rubia ya que estaba dentro de mi falda.

Tomo mis piernas y las abrió un poco más para seguir moviéndose sin dificultad.
Sentía que en cualquier momento me iba a desmoronar y llegar al clímax.

—Lea..Sigue.—jadee—me voy a correr.

Lea aumentó sus movimientos sobre mi clitoris y siguió moviéndose hasta que me vine.

Mi respiración estaba demasiado agitada y la de ella también, se levantó para ayudarme acomodar mi braga y falda. Se acerco para bésarme y yo la pegue a mi.

Anillos y mentiras © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora