Una Humana para el Alfa

Treinta y seis

[Einar]

Ya dentro de casa la bruja y mi Luna no paraban de abrazarse y hablar a la vez, Naja, Kilian y yo solo las mirábamos, intentando descifrar cómo lograban entenderse, pero ellas parecían estar muy a gusto en esa conversación sin sentido.

-Aila él es mi Alfa Einar, mi cachorro Kilian y ella es una amiga de la familia, Naja – nos presentó mi Luna, Aila nos miró a los tres y se dirigió a mí.

-Un placer conocerlo Einar Truswell, Alfa de la manada Moon White. Soy Aila Kanye, la portadora de luz, del aquelarre Kanye – noté como mi Luna puso sus ojos en blanco, yo estreché mi mano con la de la bruja mientras asentía con la cabeza.

-¿Tu madre fue Nayah? – preguntó una muy sorprendida Naja.

-Así es, ¿la conociste?

-Fue una gran mujer, pero sobre todo una muy buena bruja. ¿Posees su poder? – Aila la miró con desconfianza, para después asentir con la cabeza.

-Es un placer al fin conocerte Kilian Truswell, futuro Alfa de la manada Moon White, tu madre me habló mucho de ti – Aila se agachó a la altura de mi cachorro, pero él solo se escondió detrás de mis piernas, haciendo que Aila sonría.

-Ki, cariño, saluda a Aila, es amiga de mamá – le pidió con dulzura Aitana, pero él solo negó con la cabeza y se escondió aún más detrás de mis piernas.

-Déjalo – dijo Aila parándose nuevamente.

-¿Quieres algo de comer o tomar? Nosotros estábamos por cenar cuando llegaste.

-Si no les importa, me gustaría cenar con ustedes – Aitana asintió con su cabeza y juntas se fueron a la cocina para terminar de preparar todo, yo me despedí de Naja y caminé hacia la cocina con mi cachorro en brazos.

-¿Entonces tu Alfa ya lo sabe? – le preguntó Aila, ¿saber qué?

-Sí, y Kilian también, aunque aún el resto de la manada no, pero es cuestión de tiempo, Ki ya escucha el latido de su hermanito.

-Va a ser un gran Alfa – dijo Aila con una sonrisa dibujada en su rostro.

-¿Ves el futuro? – le preguntó Aitana abriendo su boca con impresión, Aila rió con ganas y yo no pude evitar unirme a sus carcajadas, mi pequeña Luna necesitaba aprender más cosas de este mundo.

-Las brujas no vemos el futuro Aitana – mi Luna asintió con sus mejillas sonrojadas por la vergüenza.

Cuando la comida al fin estuvo pronta, nos sentamos los cuatro a comer, yo no podía dejar de mirar cada movimiento de Aila, intentando descifrar por qué se encontraba en mi casa.

-¿Qué lo inquieta Einar Truswell Alfa de la ma...

-¡Basta! – le dijo Aitana frunciendo su ceño – Solo Einar y deja de tratarlo de usted.

-No puedo hacerlo sin su permiso Aitana – le dijo ella solemne.

-Einar – me suplicó mi Luna, yo miré fijamente a Aila por unos segundos hasta que asentí.

-Puedes decirme Einar y tutearme. ¿Por qué estás aquí? – pregunté sin rodeos.

-¡Einar! – se quejó Aitana de mi falta de tacto, mientras Aila se reía sin disimulo.

-Estamos en guerra Einar, por eso estoy acá, mi aquelarre va a ser su aliado, estoy consiguiendo que algunos aquelarres también se unan.