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Capítulo 67: Te ha hecho daño

He Yang escuchó los sonidos jadeantes del teléfono y sus ojos oscuros se enfriaron al instante.

Y en el teléfono, el sonido de la conversación intermitente llegó.

"¿No tienes que contestar el teléfono?"

"¿Quién llama?" El joven seguía jadeando, aparentemente incapaz de soportarlo, "Ayúdame".

"¿Duele?"

La voz al otro lado del teléfono se debilitó y se oyó otro crujido de movimiento, como el sonido de la tela de la ropa al frotarse.

"Me duele..."

Inmediatamente después, el teléfono colgó.

He Yang agarró el teléfono y, con un rostro sombrío, se levantó, dispuesto a marcharse.

Pero He Yang no había ido muy lejos cuando hubo un movimiento repentino desde el otro lado de la sala.

Shen Xiuzhu salió y dijo: "He Yang".

He Yang se detuvo en seco y miró hacia atrás.

Shen Xiuzhu sonrió y preguntó: "¿Te vas?"

"Sí". He Yang respondió: "Todavía tengo algo que hacer".

"En ese caso..." el rostro de Shen Xiuzhu se tornó un poco desolado mientras preguntaba de nuevo: "¿Entonces vendrás mañana?".

"No estoy seguro".

He Yang miró la hora y se apresuró a darse la vuelta para marcharse.

***

En el hotel.

Qin Zhou volvió a su habitación y se sentó apresuradamente en el sofá y se frotó la rodilla.

La rodilla izquierda todavía le dolía un poco, y Qin Zhou se subió la pernera del pantalón para echar un vistazo y descubrió que la rodilla se había amoratado y puesto morada.

Qin Zhou se miró la rodilla y frunció el ceño con fuerza.

Había estado subiendo las escaleras con Lin Chixiao y charlando sobre algo, pero accidentalmente se había enfrascado demasiado en la conversación, y con la oscuridad del hueco de la escalera, había pisado mal y cayó directamente.

No sintió nada al caer, pero después de bajar otros dos tramos de escaleras, sintió un pequeño dolor en la rodilla.

En ese momento, entró una llamada telefónica, y fue Lin Chixiao quien contestó el teléfono por él.

Cuando tomó el teléfono, ni siquiera tuvo tiempo de mirar la pantalla antes de que el teléfono se quedara sin batería y se apagara automáticamente, y no supo quién llamaba.

Pero Lin Chixiao dijo que la llamada no tenía notas, por lo que probablemente era una llamada molesta sin importancia.

Qin Zhou se frotó la rodilla y vio que se había herido la piel.

Qin Zhou se miró la rodilla, pero se levantó de nuevo. Fue al armario y tomó el cargador para cargar primero su teléfono.

Una vez cargado, Qin Zhou encendió el teléfono.

Pero cuando Qin Zhou hizo clic en el registro de llamadas, vio que la llamada era de He Yang.

Qin Zhou se quedó helado por un momento, y luego recordó que por la tarde, He Yang le había dicho que le llamara, pero luego lo olvidó.

Después de pensarlo, Qin Zhou sintió que no era necesario que devolviera la llamada, así que puso el teléfono sobre la mesa.

Tras descansar un rato en el sofá, Qin Zhou tomó su pijama y se fue a duchar.