Xu Chengyan sintió que algo iba mal, y su cuerpo se encogió, tratando de evitarlo.
Sin embargo, la mano del hombre ya estaba en su cintura, así que no había ningún lugar al que retirarse.
He Yang lo estrechó entre sus brazos y, de repente, se produjo un gran chapoteo en la bañera y sus torsos desnudos se apretaron el uno contra el otro.
He Yang miró fijamente al desobediente niño en sus brazos y entrecerró ligeramente los ojos: "¿Otra vez corriendo?".
"¿Lo hice?" El rostro de Xu Chengyan era inocente mientras empujaba las yemas de sus dedos contra el pecho del hombre.
"¿Cuántas veces ha sido así?" He Yang contuvo una carcajada, presionó una mano contra la parte posterior de la cabeza del joven y se acercó a besar sus labios.
Cada vez aviva deliberadamente las llamas, luego se burla de la jugada y trata de huir.
He Yang frotó ligeramente sus labios, la punta de su lengua se extendió y penetró lentamente en lo más profundo.
En el cuarto de baño se escuchaba constantemente el ruido de las salpicaduras de agua, acompañado del sonido de besos y jadeos desordenados.
Y fuera de la bañera, un frasco de lubricante seguía solo en el suelo.
Sin embargo, pronto una gran mano salió de la bañera y tomó la botella.
Los movimientos del hombre seguían siendo un poco apresurados y la tapa de la botella fue arrojada a un lado y rodó hasta la esquina.
El sonido del agua en el baño continuaba. El movimiento era cada vez más fuerte, y la superficie del agua de la bañera ondulaba constantemente.
Cuando todo se calmó, Xu Chengyan se recostó en los brazos de He Yang y respiró con dificultad.
He Yang bajó la cabeza y besó un poco al joven en el rostro, y poco a poco se dirigió a sus labios, intercambiando un beso ligero.
Los dos se calentaron en la bañera un rato más antes de separarse.
De vuelta en el dormitorio, Xu Chengyan se acostó perezosamente en la cama, mirando al hombre que estaba a su lado.
En ese momento, He Yang estaba sentado en la cabecera de la cama, mirando su teléfono móvil, ocupándose de las noticias del trabajo.
El escote de la bata que tenía delante estaba generosamente abierto, dejando al descubierto ambiguos arañazos en todo su pecho.
Xu Chengyan extendió la mano y tocó suavemente la parte delantera del pecho del hombre, sin dejar de decir: "He Yang".
"¿Eh?" He Yang dejó su teléfono a un lado y también se acostó tras él, dándole unas palmaditas en la espalda al joven.
Xu Chengyan: "No nos lavemos juntos en el futuro".
"¿Qué pasa?"
"Es un desperdicio de agua". Xu Chengyan negó con la cabeza.
"No hay desperdicio". He Yang alargó la mano y abrazó a la persona con fuerza, con la palma de la mano tocando habitualmente su espalda.
Xu Chengyan se apoyó mansamente en He Yang, sin dejar de decir: "No es muy cómodo, es un poco estrecho".
Aunque el baño del dormitorio principal tenía una bañera doble, era suficiente para que dos personas se lavaran juntas, pero a He Yang le gustaba dar vueltas en la bañera siempre, por lo que la bañera doble era un poco estrecha.
He Yang: "La próxima vez, compraré una bañera nueva".
Xu Chengyan se divirtió un momento, agarrando una de las manos del hombre y enganchando las puntas de los dedos en su palma.
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ཞ3Ɩ4ƈıóŋ ɖ3 ʂų℘Ɩ3ŋɬ3
العاطفيةXu ChengYan lleva cinco años con el maestro más joven de la familia He, a su entera disposición y complaciente en todo momento. Aunque He Yang siempre lo tratara con frialdad, Xu ChengYan seguía dispuesto a hacer cualquier cosa, pensando que mientra...
