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Capítulo 143: Mi novio

He Yang rodeó al joven con sus brazos, cuya palma, sin saberlo, se endurecía cada vez más tras escuchar las palabras del otro hombre, y preguntó: "¿No tuviste una cita con nadie más?".

"No". Xu Chengyan se apoyó en el hombro del hombre y le explicó pacientemente: "No hay nadie más".

He Yang reaccionó a otra frase que el joven acababa de decir, y dijo suavemente: "Después de que volvamos a China, hagámoslo en las escaleras".

Xu Chengyan fue un poco perezoso y contestó: "Es una consideración, no lo dije con seguridad".

"Todo es más o menos lo mismo". He Yang inclinó su cabeza y ocultó la sonrisa de sus ojos.

Xu Chengyan también retiró su mano y replegó su cuerpo en el sofá, apoyándose en las almohadas, y respondió: "Hay una gran diferencia".

He Yang seguía agachado frente al sofá, inclinando la cabeza y mirando al joven que tenía delante.

En ese momento, el joven sólo tenía una chaqueta cubierta por su cuerpo, y la mitad inferior de su cuerpo era sólo un par de calzoncillos.

Pensando en lo que el joven acababa de decir sobre que no había nadie más, He Yang no pudo contenerse ni un momento y se levantó, apoyó una mano en el sofá, cubrió el cuerpo del joven y le besó los labios.

Mientras se besaban, He Yang lo levantó y se dirigió de nuevo al baño.

Su chaqueta y su ropa interior cayeron poco a poco al suelo, y He Yang metió al joven en la bañera.

Una niebla de agua se elevó desde el baño, y el sonido del agua se intercaló con jadeos.

Xu Chengyan se sentó en los brazos del hombre, con la espalda apretada contra la parte delantera del pecho del hombre, y su respiración se hizo cada vez más rápida.

"He Yang..." Xu Chengyan inclinó la cabeza, ya enamorado.

Debido a la posición sentada, He Yang no podía ver su cara, así que Xu Chengyan no pudo evitar girar la cabeza hacia un lado.

Cuando He Yang se dio cuenta, bajó la cabeza y lo besó en los labios, intercambiando un profundo beso.

El agua de la bañera se balanceaba violentamente, acompañada por un ambiguo sonido de agua.

Cuando el asunto terminó, Xu Chengyan estaba débil e inmóvil en los brazos de He Yang. Su pecho aún se agitaba violentamente y sus ojos estaban rojos.

He Yang bajó la cabeza y se acercó para frotar su cara contra el joven, besándolo de vez en cuando.

La intimidad y el calor después de una aventura de amor son muy fascinantes. He Yang no podía evitar besarlo una y otra vez, como si fuera adicto a ello.

El joven en sus brazos estaba entrecerrando los ojos, con aspecto perezoso y dócil, sin rechazar los movimientos de He Yang.

He Yang le besó desde el rostro hasta el cuello y los hombros.

Xu Chengyan sintió cosquillas por el beso y empujó el brazo de He Yang, "Vamos, deja de besar..."

Respondió He Yang, apoyándose tranquilamente en el hombro del joven, con una mano también hacia abajo para ayudar a limpiar.

Xu Chengyan sintió el movimiento de los dedos de He Yang, abrió los ojos y suspiró levemente: "No te pusiste condón antes, y ahora tienes que limpiarme..."

He Yang no cambió su cara, "Te ayudaré a limpiarlo, no hace falta que me ponga un condón".

Xu Chengyan no dijo nada, se limitó a mirar tranquilamente el agua, aturdido.