La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|

6

"Porque eres algo mítico
Como si fueras un trofeo o un anillo de campeón"

Willow — Taylor Swift

—¡Ana! — oí a Camila gritar detrás de mí — ¡Regresa!

No hice caso, sólo empezé a caminar más rápido.
¿A dónde iba? No lo sé; sólo sabía que quería alejarme de casa lo más que pudiera.

—¡Déjala que se vaya, Camila! — oí a papá — ¡Deja que aprenda la lección de no maldecir frente a mi!

Sequé mis lágrimas para después correr aún más, para finalmente salir de la calle.
Me dirigí a casa de Pedro, era la única persona que se me venía a la mente.
Caminé algunas calles, hasta que finalmente había llegado a su casa.
Subí los 4 escalones color blanco para después tocar la puerta.

Miré las ventanas. Todo se veía oscuro.

Suspiré

—Quizás no hay nadie en casa — susurré

Miré mi teléfono, ya estaban por ser las 10, lo cuál significaba que ya estaba todo por cerrar
Volví a caminar hacia el centro, no estaba segura de si mamá ya había llegado, aunque no creo porque si no tendría alguna llamada suya y aún no tenía nada.

Me senté en la banqueta que estaba frente a la ferretería

Suspiré para después recargarme en la pared, cerré mis ojos.

🌸🌸🌸

Ana abrió los ojos asustada.
Nick estaba frente a ella en su camioneta, él tenía fruncido el estrejo.

—¿Ana? — preguntó mientras se bajaba de su camioneta — ¿qué haces aquí?

Ella bostezó. Al parecer se había quedado algunos minutos dormida en la banqueta

—N-nada — comentó mientras se acomodaba mejor — creo que me quedé dormida

—Serán las 11:30 y está todo cerrado, es peligroso que estés afuera sola

Ella respiró profundamente

—No quiero regresar a casa — finalmente lo dijo, para después cruzarse de brazos y mirar a otro lado

—¿Cómo?

—No quiero, papá estaba a punto de pegarme y no quiero verlo

Nick suspiró

—Vente — comentó mientras se paraba del piso

Ana negó

—Prefiero quedarme en la calle

—Ana, no te vas a quedar aquí — pausó — vendrás conmigo

Ella dejó de mirar a cierto punto de la calle para después mirarlo a él.

Había una luz encima de ellos, de las típicas que iluminan las calles.

Veo un ángel — pensó la chica