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—¡¿Estás loco?! — grité

El clima en verdad era frío, ya se notaba que venía noche buena y navidad.
No sé el por qué pero de un momento a otro Nick se quitaba la ropa, quedamos en interior para después saltar al lago.

—¡Ven preciosa! ¡Métete conmigo!

Negué

—Ay, ay — comenzó a quejarse mientras nadaba de nuevo a la orilla

Lo ví salir y rápidamente corrió hasta a mí

—El agua está muy fría

—No me digas — comenté obvia mientras le dabaa toalla — sólo a ti se te ocurre meterte con éste frío

Él comenzó a reír para después darme un beso en los labios, después entró a la cabaña, no sin antes agarrar sus ropa.

—Me daré una ducha cariño, si quieres puedes acostarte por mientras

Le había comentado que tenía algo de sueño ya que ayer me había quedado algo tarde con Don Pedro en el trabajo, junto con su hijo, vimos cosas que necesitaban cambios o que de plano se habían acabado y necesitaban hacer pedidos, aunque no me quejaba, digo, me tuvieron la confianza para enseñarme cosas del trabajo, cosas más administrativas y así, y también me alegra saber que fuí de ayuda. Estudiar Finanzas al menos me ayuda de algo, en línea uno casi no aprende nada.

Caminé hasta su habitación, si cama estaba muy tendida y ordenada.
Me dirigí a ella para después acostarme; cerré los ojos, esperaría que a Nick saliera de bañarse.

🌸 🌸 🌸

Nick cerró la llave del agua, tomó la toalla y empezó a secarse.
Bostezó; también le estaba dando sueño.
Minutos después de cambiarse, salió del baño, lo primero que pensó fue en ver la sala, para ver si su chica veía la televisión o algo, pero no.

Rió internamente.

Caminó hasta su habitación, ella se había quedado dormida.

—Creo que haré lo mismo — susurró

Tomó un cobertor doblado que tenía en sus cosas, se acostó al lado de ella para después cobijarse ambos.

La miró.

No era la primera vez que la veía dormir; recordó aquella vez que la vió en la calle y le dió asilo en su casa. Ella dormía muy cómodamente en el sillón y por alguna extraña razón él fue a verificar que estuviera bien.

Recordó frucir el ceño.

Porque pensó que era algo bonita.

Nick, desde el día que Ana le había dicho "me gustas", seguía preguntándose por qué una mujer tan joven y hermosa se fijaría en alguien como él.
¿Se sentía afortunado? Sí.

La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora