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—Te lo juro — empezé a reír para después comer una papa frita

Lo miré
Él me miraba para después poner su mano en su barbilla, parecía pensativo

—¿Ocurre algo? — pregunté confusa

Él solamente negó para después acercarse hacía mi, recostó su cara en mi hombro, muy cerca de mi cuello
Sonreí

—¿Te sientes cansado?

Negó

—Sólo...déjame quedarme contigo un momento

No dije nada, sólo acaricié su cabellera.

Después de ese beso que me robó aquella vez, recuerdo que él parecía algo desconcertado, seguramente culpándose por lo que había hecho.
Recuerdo que sonreí para después darle otro beso de pico en sus labios, acaricié su mejilla y me fuí.

Yo al día siguiente fui a su casa, necesitaba decirle una vez más que lo que sentía por él era real y no tan sólo un juego de jovencitas, aunque ni tan jovencita era, pero más que él...quizás.
Toqué la puerta, Nick no tardó en abrir, recuerdo perfectamente su cara al verme, pareció sorprendido, es decir, su cara había cambiado rápidamente.

—Creo que ya sabes el por qué estoy aquí — comenté serena mientras emparejaba la puerta principal

Nick había caminado al otro extremo, después, llevó sus dos manos detrás de la nuca y miró hacía el techo.
Lo lamentaba o quizás se arrepentía.

—En verdad lo siento...de verdad... — oí — no fue mi intención...lo siento muchísimo

—¿Por qué te disculpas? — me cruzé de brazos

—Porque sí

—¿Y si te dijera que a mí me gustó que me besaras? — pregunté mientras me acercaba hacía él

Nick dejó de mirar hacia otro lado para después mirarme.
Negó levemente

—Ésto no puede ser...entiende...soy más grande que tú, te gano por más de 10 años

—¿Y? — pausé — Nick, en verdad me gustas, y me da igual lo que la gente tenga que decir...nada los mantiene contentos — bufé

—No lo sé...no lo sé

Dejé de cruzarme de brazos para después tomarlo de la mano

—¿Por qué me besaste? — pregunté

Nick volvío a negar para después mirar a otro lado, me miró rápidamente

—Porque creo que eres muy hermosa...eres...— pausó — no mereces estar con un viejo como yo, sin nada y...

No lo dejé seguir.
Pusé mis pies de punta y lo besé.
Quería que supiera que en verdad me gustaba por quien era, me daba igual lo que no tuviese.

La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|Where stories live. Discover now