—No haga tanto esfuerzo, ¿de acuerdo? — pausó — he visto que trabajas en la ferretería

—Sí...lo prometo — sonreí levemente mientras alzaba levemente el papel

—Si sigues con los dolores, no importa a la hora que sea, marca al teléfono, ¿de acuerdo?

Asentí

—Gracias doctor

Tomé la pomada que me recomendó y salí del consultorio.

—Geeeenial — susurré mientras veía el cielo

Al parecer llovería y mi casa quedaba algo lejos.
Miré a la calle de nuevo y empezé a caminar lo más rápido que pude.

—Maldita sea, maldita sea — dije en reproche mientras me escondía debajo de una carpa que estaba en una calle — ¿por qué justo tenía que llover ahora?

🌸 🌸 🌸

—¿Qué pasó? ¿todo bien? — preguntó mientras veía mi brazo vendado

—Sí...sólo tuve un pequeño accidente — comenté — por cierto, gracias por darme un aventón, quién sabe cuánto tiempo más dudaría ahí

Pareces mi ángel guardián — pensé

—No agradezcas

Yo solamente sonreí levemente para después volver a mirar al frente.
Sinceramente, en un brazo ya tenía frío, lo tenía algo mojado, a decir verdad. Lo primero que haría llegando a casa era cambiarla.

Nick se paró un poco después de casa, cosa que agradecí, no me gustaría que Camila o papá pensaran algo erróneo.

—Muchas gracias, en verdad creo que ya te arté con mis cosas — comenté mientras lleva mi mano sana a la manija de la puerta, para poder abrirla

—No digas eso Ana, en verdad, yo encantado de ayudar — sonrió muy levemente

Lo miré

Su pelo corto pero sin peinar, lo tenía todo liso, y su barba y bigote, que a decir verdad, necesitaba una afeitada pero aún así me gustaba mucho.
Se le veían algunas cuantas canas pero para mí se veía más atractivo.
Era un Adonis. Me encantaba.

La lluvia había parado un poco, ahora sólo lloviznaba.

Abrí la puerta, estaba a punto de salir cuando lo miré.

—Me gustas, Nick — dije como si nada para después abrir la puerta y mirarlo por última vez.

La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|Where stories live. Discover now