La Caótica Vida De Ana |Nikolaj Coster|

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1 mes después

—Entonces nos vemos el lunes — sonreí mientras guardaba rápidamente algunas cosas en mi mochila — muchas gracias por darme permiso de irme un poquito antes, Don Pedro

—No des gracias mi niña, primero es la escuela — sonrió — y ve con cuidado, que éste clima nomás no se quita

Asentí para después salir de la tienda, corrí hasta la parada del camión, ya que ya tenía entendido las horas en que pasaban.
Resulta que tenía que ir a la universidad en la ciudad para hacer unos pagos de algunos exámenes, sí, ya cuando casi salen de la carrera ya te cobran hasta por respirar.

Llegué, respiraba ondo, me había cansado, y justamente le había atinado, el camión ya venía; hice la parada, subí, pagué y me senté.

Ana
Ma, ya no llegué a la casa porque tuve que venirme para alcanzar el camión
Ana
Llego más tarde

Mamá💕🥇
Si ya es noche, mejor te quedas allá con tu tía o Camila eh, te amo, y espero que hayas llevado una chamarra

🌸 🌸 🌸

—Demonios — susurró mientras veía su cartera — ¿Acaso eres inútil? — se dijo a mi misma

Por suerte su tía Nancy le había dejado las llaves de su departamento, y de pura casualidad antes de salir decidió ver su dinero y ahora recordaba que había dejado la mitad guardado en la cama

📞

—¿Dónde estás?

—Aquí en mi casa, ¿ya andas aquí?

—Sí pero yo de mensa dejé la mitad del dinero allá en la casa, ¿no me quieres prestar? al cabo si mañana vas a la casa te los doy

—Sí hermana, no te preocupes por eso, deja le digo a Patrick que te los lleve, porque creo que lloverá

—No, yo voy, además tengo que ir a la universidad, de una vez me voy de ahí

—Bien, con cuidado, acá te espero

📞

Colgó el teléfono, rápidamente lo guardó en la mochila y salió del departamento de su tía, no sin antes cerrarlo.
Salió del edificio y empezó a caminar hasta con su hermana Camila.

Fikó su vista al cielo mientras se tapaba la cara

—¿Por qué justamente hoy tiene que estar así de feo? — reprochó en susurro mientras se movía de un lugar a otro, ya que habia mucha gente.

Era hora pico.

Camila murmura un constante "perdón" "lo siento", al parecer llevaba algo de prisa.
Definitivamente no era su día.

Camila había llegado a la calle principal, y como varios carros estaban estacionados ahí, no podía ver si venía alguno del otro lado, pero como llevaba prisa, caminó hasta media calle.

Tan sólo la mochila se había quedado tirada justo al lado de ella, el coche había parado demasiado tarde.