CAPITULO VIII

1.1K 115 10
                                    

-¿Seguro que puedes llevarlo tú solo fresita?

-Sí, estoy seguro.

-Yo puedo dejar mi puesto un rato, los chicos pueden cubrirme...

-No es necesario Jonah, solo tengo que caminar un poco y podré tomar un taxi. Además, no quiero meterte en problemas.

Jonah se encoge de hombros y deja salir un suspiro.

-Oficialmente eres la persona más terca que he conocido en mi vida fresita. Si pasa algo puedes llamarme, ya tienes mi número.

-Adios Jonah, fue un gusto conocerte.

-Lo mismo digo fresita. Y ya sabes... si quieres pasar una buena noche, sabes donde encontrarme -dice coqueto.

Me río un poco nervioso y hago una seña de despedida que Jonah me devuelve. Él entra al bar y yo me quedo solo con mi acompañante inconsciente por el alcohol.

Sostengo a Logan con todas mis fuerzas y avanzamos, pero con el primer paso perdemos el equilibrio y casi caemos al suelo.

«Bueno... esto será un poco más difícil de lo que pensaba».

(...)

El taxi para frente a mi casa y doy gracias a Dios por eso. Me costó trabajo conseguirlo, desde que salimos del bar todo fue muy mal, sufrimos algunas caídas -por no decir muchas- ganándome algunos raspones en las rodillas y en los brazos. Luego cuando por fin pudimos conseguir el taxi, Logan comenzó a sentirse mareado y terminó vomitando sobre su ropa y mis pantalones -en un intento fallido de ayudarle- y después de eso volvió a quedarse dormido.

-Muchas gracias señor, y perdón por los problemas que le ocasionamos. -Saco dinero de mi billetera y le pago al conductor, que no deja de observarme con una mirada asesina.

-¡No importa! ¡Solo saca a tu novio de mi auto y lárguense!

Hago una mueca por la forma en la que me habla, pero me quedo callado, el pobre hombre tiene razones para estar molesto. Me encargo de sacar al inconsciente de Logan del auto. Saco primero sus pies y coloco su brazo sobre mis hombros, para luego levantarlo con todas las fuerzas que tengo.

Me las ingenio un poco para no dejar caer a Logan y con una patada cierro la puerta. Solo hago eso y el taxista arranca, sonando las ruedas en el asfalto, y se va tan rápido que no logro entender cómo lo hizo.

«Tú y Logan lograron espantar al pobre hombre».

Tal vez, pero no le doy mucha importancia...

-¿Logan? -Sacudo al chico a mi lado para hacerlo despertar, pero solo obtengo un «mmm» como respuesta-. Falta poco para llegar a mi habitación y que puedas descansar, ¿me ayudarás?

-Clasho que sí capusssha -balbucea.

Bueno, allá vamos.

Comenzamos a caminar juntos -o más bien, yo comienzo a caminar y arrastro a Logan- y llegamos a la entrada de mi casa. Logro abrir la puerta, cierro y aumento mi agarre en el brazo y cintura de Logan cuando nos encontramos a nuestro mayor enemigo de la noche.

Las escaleras.

Dejo salir un largo suspiro y como puedo subo las escaleras poco a poco, con algunos tropezones, pero después de un rato logramos llegar a salvo al segundo piso. Llevo a Logan a mi habitación y lo recuesto en mi cama.

«¡Ah! ¡Bien! La parte difícil ya pasó».

Veo a Logan tirado sobre las sábanas y vuelvo a ver las manchas de vómito en su ropa y en la mía, ya me había olvidado de ellas. ¿Debería quitarle la ropa sucia? Si yo estuviera en su lugar me gustaría que lo hicieran. Así que... perdóname, pero no puedo dejarte así como estás.

Mi Razón Para Odiarte [#1 Amores Complicados]Where stories live. Discover now