NEZHA: EL RENACER DE UN DIOS [Oubing]

CIELO OSCURO

El día siguió su curso.
Todos los habitantes de la ardiente ciudad continuaban con sus actividades diarias, ajenos a todo el caos que se desataba entre la familia más importante de toda la ciudad y un joven motociclista rebelde.
Entre el trajín del día, todos los habitantes de Donghai obsrvaron con asombro la llegada de un extraño a la ciudad.

Un elegante y distinguido automóvil hizo presencia en la ciudad; el reluciente color blanco era imposible de ignorar, los rayos del sol lo hacían lucir aún más brillante de lo que era. El diseño sobrio y casi anticuado del vehículo, era admirado por todos los ojos que se posaban en él; no era común ver cosas así todos los días en la ciudad de Donghai.

La elegante máquina blanca, se internó en la ciudad y sus callejuelas; salió de la zona privilegiada, hasta llegar a los límites de la ciudad.
El Sol comenzaba a bajar y esconderse cuando el vehículo se detuvo en el camino de piedra que daba  la bienvenida al mar.
Las aguas algo turbulentas de ese día, fueron testigos de la llegada de aquel hombre tan peculiar.

El motor se apago con un ronroneo; la puerta del copiloto se abrió y una mujer esbelta y estatura media de cabellos como plata líquida emergió, portaba un ejenate traje de tres piezas. Tan bella como un demonio podía serlo. Labios rojos y los pómulos ligeramente coloreados.
Acomodo con elegancia su camisa y con parsimonia abrió la puerta trasera.
Del vehículo descendió un hombre igual de guapo que los hijos del señor De. Alto como los rieles de un tren, traje prístino y postura imponente; cada poro de su cuerpo desprendía un aura peligrosa y deslumbrante a partes iguales.
En cuanto el hombre puso un pie en el camino, las aguas turbulentas de ese día se detuvieron, como si temieran a la presencia del galante hombre.

Comenzó a caminar hasta llegar al final del camino de piedra, donde las rocas eran más resbaladiza, por el choque del agua con tierra.
La esbelta mujer seguía sus pasos en silencio.

—Dime lo que quiero escuchar, Soucheng

La mujer miró hacia el horizonte, antes de responder.

—El segundo príncipe Ao Yi llegó sin contratiempos a la ciudad hace dos días, como se tenía previsto. Después de esto hecho no se le volvió a ver en la ciudad... El hijo menor del Rey ayer fue visto en la zona baja de la ciudad. Hubo una pelea donde estuvo involucrado, al parecer fue el primogénito del rey a quien se enfrentaba.

—El chiquillo es fuerte, no voy a negarlo pero, aún demasiado joven y poco experimentado para enfrentarse a su hermano —habló el hombre para si mismo.

La mujer continuó con su monólogo: —La información que obtuve de nuestro personal, específica que el tercer príncipe Ao Bing, sostiene una relación amorosa con un joven de la ciudad, Li Yunxiang es su nombre... Por la mañana confirmaron que el chico es la reencarnación de un viejo enemigo de la familia De... Es la reencarnación de Nezha.

El hombre no puedo evitarlo y rio con ganas, su asistente; solo lo miró con las cejas fruncidas en confusión.

—Parece que los hijos de mi viejo amigo, tienen algún fetiche extraño con relacionarse con gente peligrosa.

El agua volvió a agitarse con lentitud.

—¿Que necesita que haga señor?

La mujer volteo a ver a su superior, esperando instrucciones para moverse.

El elegante hombre de cabellos plateados, sonrió con malicia ya tenía claro todo su panorama.

—Averigua dónde se encuentra nuestro muchacho Li Yunxiang... También tengo entendió que hay alguien importante escondido por aquí averigua quien...

—¿Se refiere a el macaco de seis orejas?

El hombre sonrió un poco más.

—Soucheng me encanta tu eficiencia... Obten todo lo que puedas para la hora de la cena. Tengo planes importante para este lugar y quiero regresar a casa con mi dulcecito de leche pronto.

Las mejillas pálidas de Soucheng se tiñeron al escuchar el apodo cariñoso de esa persona. Internamente se moría cada vez que veía a su jefe con esa persona... Eran tan estupida y odiosamente lindos que no debía de ser legal algo así.

—Con su permiso señor. Todo estará listo para esta noche.

La mujer se retiro y dejó a su jefe solo.
No tenía aún conocimiento de los planes de los que el hombre hablaba, pero sabía que por el simple hecho de involucrar a esa persona, las cosas serían sumamente peligrosas... Y no lo decía por ellos la verdad, pobres de las almas que se cruzarán en el camino de su jefe. Ese demonio no temía pisotear cabezas con tal de proteger lo que el quería; y el amaba a esa persona.

Donghai ya no era un lugar seguro para nadie.