05. la aterradora verdad

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CAPÍTULO CINCO

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CAPÍTULO CINCO. . .
la aterradora verdad

Gruñí a Paul mientras me tiraba al suelo una vez más, seguido de una serie de celebraciones en su cabeza

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Gruñí a Paul mientras me tiraba al suelo una vez más, seguido de una serie de celebraciones en su cabeza.

Hacía una semana que no iba a la escuela, pero hoy sería el día de mi regreso. En lugar de trabajar, estaba entrenando. Entrenando con Jared, Paul y Sam todos los días durante horas. He mejorado, pero todavía no soy tan bueno como los otros. Tenemos un claro en medio del bosque, lejos de la civilización, donde podemos entrenar en paz. A veces surgen complicaciones con los excursionistas, como cuando una adolescente de Forks vio a Sam corriendo por el claro y casi se desmaya.

Ustedes se están aliando contra mí. pensé abatido, mientras me abalanzaba sobre Paul y Jared se estrellaba contra mí por el costado. 

Eso es cien por cien cierto. Las filas de dientes afilados de Paul se curvaron en una sonrisa espeluznante. El sol acababa de salir, proyectando un resplandor anaranjado sobre el campo. Sam, en su forma humana, me pidió que me concentrara en mi costado, no en mi frente, lo cual era más fácil de decir que de hacer.

Me abalancé sobre la garganta de Jared, logrando esquivar a Paul cuando se abalanzó sobre mí, quien terminó abordando a Jared y haciéndolos rodar en una bola de nieve de lobos. Estallé en una carcajada que, en forma de lobo, fue un aullido de alegría. ¿Quién es el perdedor ahora, perdedores?

Paul gruñó mientras una serie de palabrotas salían de la mente de Jared. Sam se esforzaba por contener la risa, aunque algunas risitas se le escapaban. —¡Buen trabajo, Tony! Y Paul... buen  tackle.

El lobo plateado gruñó y se lanzó por los aires, derribándome al suelo. Comenzamos a forcejear, él tenía sus dientes chasqueando mi garganta, y yo logré voltear para que hiciéramos un rollo completo, gruñendo y mordiendo salvajemente. Jared, decidiendo que no quería perderse la diversión, saltó encima de Paul, haciéndolo volar hacia un lado, y me golpeó con sus garras. Intenté apartarme rodando, pero Jared me tenía inmovilizado en el suelo.

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